Opinión / Ensayos · 21/02/2023

Humberto Ortega y su otro yo

He sospechado con fuerza, principalmente al observar la actuación de la clase política criolla, sus fanatizados seguidores y sus encubiertos cómplices de la oligarquía empresarial, que la inmoralidad, la desvergüenza, la falacia y la vileza, pudieran juntarse, en grado sumo, en una persona; hoy mi sospecha se convirtió en realidad, al leer en La Mesa Redonda, las expresiones de Humberto Ortega, quien cuenta con una extensa Hoja de Vida (o de Muerte) vinculada a las más extremas desgracias del pueblo de Nicaragua, y algunas desgracias menores en otros países de la región centroamericana.

Lo anterior nos obliga a mencionar algunos de los más connotados atributos oficiales del personaje en cuestión: ex jefe del Ejército Popular Sandinista, ex miembro de la estalinista Dirección Nacional del extinto FSLN, y hermano del actual dictador, y a partir de esta fecha sabemos que es también una especie de oráculo mesiánico de su hermano; pero los   atributos oficiales son verdaderas minucias frente a su inconmensurable derivada delictiva: crímenes de lesa humanidad, enriquecimiento ilícito, peculado y otros más que no vamos a mencionar, porque no se trata de enlistar su prontuario criminal.

Y aunque nunca fue enjuiciado por tales delitos, es de conocimiento público que, si respondiera ante tribunal competente, seguramente sería condenado. Pero también hay que resaltar el papel del poder fáctico llamado medios de comunicación, cuando la poderosa e influyente cadena CNN, a través del conocido periodista Andrés Oppenheimer, entrevista a Humberto Ortega, como si se tratara de un adalid de la paz, la sensatez y la honradez. Sentimos vergüenza ajena al escuchar al ex general disertar sin el menor rubor, indicando la senda a seguir para alcanzar la paz -que no es más que la paz de la dictadura-, y a su entrevistador, como un ignorante de la patética realidad que vive la sociedad nicaragüense.

El pueblo nicaragüense está cansado de esperar la prosperidad, la paz social y el desarrollo económico; seguimos escuchando a los mismos que reeditan el asesinato de Sandino, la entrega de la soberanía, el saqueo de los bienes nacionales, los crímenes de civiles desarmados, el exilio forzado y el arrebato de la nacionalidad, hablarnos de paz, cuando apenas pueden respirar, ahogados en el mar de sangre que han creado por décadas.

Ezequiel Molina

Febrero 21, 2023.