A juicio del politólogo y opositor José Antonio Peraza la propuesta de reforma a la Constitución Política de Nicaragua para establecer la cadena perpetua por “crímenes de odio”, no es más que una “intención política” para “castigar” a todo aquel que proteste contra el régimen de Daniel Ortega.
La iniciativa, presentada por diputados orteguistas ante la primera secretaria de la Asamblea Nacional la semana pasada, propone una reforma parcial al artículo 37 de la Constitución que fija en 30 años la pena máxima en Nicaragua.
Establece que la pena de prisión perpetua será aplicada para la persona condenada por delitos graves, cuando “concurran circunstancias de odio, crueles, degradantes, humillantes e inhumanas, que por su impacto causen conmoción, rechazo, indignación o repugnancia en la comunidad nacional”, según el proyecto de ley.
No obstante, grupos opositores han dicho que la propuesta de cadena perpetua, “son claras muestras de la radicalización de la represión y el cierre de los espacios políticos por un gobierno cada vez más represivo y violatorio de los derechos de los nicaragüenses”.
“La intención política está clara. La intención política es tener un recurso legal para castigar a todo aquel que se levante, que se insurrecciona, que proteste, y entonces aplicarle todo el rigor de la ley, en otras palabras, para meterlo hasta el último de sus días en la cárcel”, dijo Peraza a la Voz de América.
El dictador Daniel Ortega expresó, el pasado 15 de septiembre, su deseo de castigar de por vida a quienes se atrevan a cometer “crímenes de odio que atenten contra la seguridad del Estado”, refiriéndose expresamente a los opositores del país.