Destacados / Nacionales · 18/12/2023

“La Iglesia no puede permitir que el obispo Álvarez sufra el trágico destino de monseñor Romero”, pide CALIDH al papa Francisco

El Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (CALIDH) envió una carta al papa Francisco, pidiéndole adoptar “una posición que permita la liberación del obispo Rolando Álvarez”, pues “Centroamérica no necesita otro mártir y la Iglesia no puede permitir que Álvarez sufra el trágico destino del defensor de los postergados de El Salvador”, en referencia a Monseñor Oscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980.

Santo Padre: nos preocupa muchísimo, como a muchos nicaragüenses, organismos de derechos humanos y la comunidad internacional, la situación de monseñor Rolando Álvarez. El Centro es consciente que su Santidad está al tanto de la prisión del obispo, castigado por elevar su voz ante las atrocidades del Estado dirigido por Daniel Ortega y Rosario Murillo”, reza la carta enviada a Francisco.

Monseñor Rolando Álvarez fue condenado a más de 26 años de prisión por negarse a ser desterrado de su país el pasado mes de febrero.

CALIDH, un organismo de derechos humanos argentino, con un mandato especial de seguimiento respecto a Nicaragua, le expresa al papa Francisco que “Nicaragua está viviendo el peor momento desde el retorno de la democracia en 1990”.

“Desde abril de 2018 se han cometido tantos crímenes contra la humanidad, que nos resulta imposible dimensionar y dar un nombre a la perversidad generalizada que ejerce el régimen nicaragüense contra la población y de forma específica, contra muchos sectores, entre ellos, la Iglesia de Nicaragua que sufre persecución por motivos religiosos, una conducta prohibida por el Derecho Penal Internacional”, apunta la misiva.

El Centro destaca que el obispo Álvarez “es, como Juan el Bautista, esa voz que clama en el desierto. Su dignidad y la profundidad de su mensaje no han podido ser apagados aún en sus prisiones”.

No obstante, Álvarez no debe correr la suerte de Juan. En un lamentable ejemplo de la sufrida historia reciente de Centroamérica, monseñor Romero se convirtió en mártir por el mismo motivo que el obispo nicaragüense: elevar la voz contra las violaciones masivas de derechos humanos de su tiempo. Pero Centroamérica no necesita otro mártir y la Iglesia no puede permitir que Álvarez sufra el trágico destino del defensor de los postergados de El Salvador”, recalcó CALIDH.

“LA FRIALDAD DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE NICARAGUA”

El organismo indicó que observa “con mucha tristeza” y “denunciamos la frialdad de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, quien en otros tiempos, con valentía, enfrentó a la dictadura somocista y a las violaciones de derechos humanos de la revolución sandinista”.

Pero que hoy “los obispos católicos callan ante el clamor del pueblo y no se pronuncian respecto de su hermano, monseñor Rolando José”.

Nosotros no creemos que su Santidad oriente a los obispos mantener esa actitud  insensible, ante una Iglesia que desde el Concilio Vaticano II ha renovado su compromiso contra las opresiones. Usted fue ministro de su fe durante la dictadura militar argentina y sabemos que se solidariza con nuestro pueblo por aquel periodo de terror del que fue testigo”, anotó.

Su Santidad: le pedimos con el respeto indescriptible de líder de la Iglesia, interceder con fuerza contundente por el obispo; que la Iglesia en Latinoamérica supere la costumbre de los comunicados y sea fructífera en fe y obras, con valentía como en la iglesia primitiva y que, bajo la obediencia que le deben a usted los obispos nicaragüenses, salgan del letargo producido por el miedo y la apatía”, solicita CALIDH.

Las oraciones no son suficientes, Jesús es el máximo ejemplo de esto. Al cardenal Brenes, cabeza visible de la Iglesia en Nicaragua, ínstelo al valor apostólico, aquel que caracterizó a Pablo y a Pedro”, concluye la carta.