El abogado nicaragüense Danny Ramírez-Ayérdiz, presidente ejecutivo del Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (CALIDH), con sede en Argentina, sostuvo que los pactos antidemocráticos y la falta de justicia transicional, son las “dos cosas que tienen a Nicaragua de rodillas en este momento”.
En ese sentido, mañana CALIDH presentará desde Buenos Aires, el informe ‘30 Medidas de Justicia Transicional’ para Nicaragua, que establecen “actos de memoria, verdad, justicia y reparación que llevarían a una sociedad que está saliendo de un régimen de terror hacia una sociedad democrática”.
“Son el conjunto de acciones que le permiten a una sociedad desmontar las bases del régimen anterior”, dijo Ramírez-Ayérdiz a La Mesa Redonda.
Explicó que “la transición se debe a las víctimas y no al revés”, por lo tanto, sostuvo que los grupos de oposición además de unirse, “deben estar inexorablemente unidos, respaldados y legitimados por las organizaciones de víctimas porque la transición hacia el estado de derecho no es instrumental” y “la refundación se debe a no repetir todas las cosas que les sucedieron a las víctimas”.
A juicio del abogado “sería descarado” de parte de los grupos opositores “engañar al pueblo nicaragüense ofreciéndoles un acuerdo de falsa gobernabilidad”.
“Eso llevaría a abrir un capítulo de la historia engañoso donde siempre lo que haríamos es recurrir a dos cosas que tienen a Nicaragua de rodillas en este momento: los pactos antidemocráticos en perjuicio de la población, cada vez que se realiza un pacto las víctimas quedan sin justicia y sin rostro; y no se puede obviar la justicia transicional porque la mayoría de las víctimas y de las organizaciones de las víctimas han dicho ‘no vamos a aceptar la propuesta de aterrizaje suave’ que ciertas personas de la oligarquía acostumbradas a pactar han hecho en el pasado y quieren repetirlo ahora”, criticó.
“No se pueden traicionar (a las víctimas), no se pueden bañar en la desgracia ajena y luego pactar con quienes cometieron las graves violaciones de los derechos humanos. Esto tiene que ver con una cuestión de venganza, tiene que ver con justicia. La justicia que debe aplicar un gobierno posterior al del comandante Ortega tiene que ser una justicia centrada en el estado de derecho y el estado de derecho tiene un principio: la no impunidad”, afirmó.
Ramírez-Ayérdiz aclaró que “no se puede canjear paz por justicia, eso es un principio del Derecho Internacional. Se tiene que priorizar a la justicia”.
“El nuevo estado nicaragüense debe fundarse en la memoria, en la verdad y la justicia, porque vivimos en estados dictatoriales y en situación de terror cada 40 años porque se funda bajo el olvido”, añadió.
El abogado hizo un llamado a los excarcelados políticos y otros que no son excarcelados y que “andan de personeros políticos” a darle “protagonismo a las organizaciones de víctimas para que ustedes asuman un compromiso público con Nicaragua, de que no van a pactar perdones, ni amnistías para hablar en nombre de la transición”.