El analista político y exembajador Bosco Matamoros, valoró que el 2020 en Nicaragua fue un año “único en la historia” del país en la que hubo una “acumulación de crisis” en el campo político, sanitario, económico y diplomático.
Matamoros manifestó en entrevista con La Mesa Redonda que en este año estuvo marcado por el “pésimo manejo” que ha tenido el régimen de Daniel Ortega con la pandemia del COVID-19, una “catástrofe al estilo Titanic” en la clase política y dirigentes opositores de Nicaragua, una “filosofía del siglo XIX” en la clase empresarial, y las acciones que ha emprendido el régimen de Ortega para pretender “doblegar las demandas del país” y las de la comunidad nivel internacional “que no le dan resultados”.
“El balance para Nicaragua es negativo en ese sentido”, apuntó.
Sobre las acciones que el gobierno de Estados Unidos tendrá sobre Nicaragua con la nueva era de Joe Biden, el analista auguró que serán más sistemáticas y más insidiosas “porque es tradición de los demócratas”.
“Es un escenario complicado que no le deja espacio a maniobras, a tácticas dilatorias al gobierno del presidente Ortega, pero tampoco a la oposición porque es como aquella joven encantadora que todos creen inteligente y cuando abre la boca, desencanta, eso ha hecho la oposición de Nicaragua”, dijo.
Agregó que Ortega no tiene quién le dé la mano en Estados Unidos y Europa, porque además “Rusia no lo va a sostener”.
“Ortega gana perdiendo las elecciones”
Matamoros opinó que a Ortega le iría mejor si pierde las próximas elecciones previstas para el 2021. “El presidente Ortega gana perdiendo las elecciones, el país como está en las actuales condiciones no existe el contexto en el que se pueda asegurar una gobernanza, yo estoy seguro que puede haber asesores alrededor de él que le digan ‘mantengamos esta lucha hasta el final’; pero yo no creo que el Presidente Ortega esté pensando que su legado va a ser eso, dejaría el país, dejaría su partido político, su futuro personal y entorno familiar en una situación de extrema precariedad, la cual no es sostenible”, explicó.
Para el diplomático, el régimen de Ortega “pasó el umbral de tolerancia” y que si este gana las elecciones lo haría lo haría con un 20% de participación ciudadana; mientras que si las pierde, vendría “una cacería de brujas” en Nicaragua.
Añadió que, en el caso de la oposición, debe luchar por las reformas electorales y plantear un “plan de nación”.
El gran capital
Sobre la supuesta convocatoria que haría el régimen de Ortega en 2021 a los empresarios para discutir una reforma tributaria, Matamoros sostuvo que el gran capital debe ser cuidadoso “porque se le considera en gran parte responsable de la actual crisis en la que nos encontramos”.
“Creo que una negociación debe tener los parámetros (sobre) qué es lo que se va a discutir y bajo qué condiciones, y el país debe estar enterado de eso. Las negociaciones deben ser a puertas cerradas, pero la agenda debe ser clara en ese sentido. Si fracasa esa iniciativa, va a acarrear un agravante, porque ya tiene la desconfianza y las náuseas del país por el papel que jugó desde hace 10 años”, expresó.
Matamoros refirió que el tiempo de las promesas y las ilusiones se acabó, y somos un país en “decadencia, sin haber estado en la etapa del progreso”.