El sociólogo nicaragüense Pío Martínez, miembro del Consejo por la Transición del Congreso de Unidad de los Nicaragüenses Libres, se refirió en entrevista con La Mesa Redonda a la rebelión del ahora exembajador Arturo McFields, quien ayer durante una sesión telemática de la OEA denunció a la dictadura de Daniel Ortega.
Para Martínez, quien actualmente vive en Holanda, y además es bloguero, articulista y escritor, la rebelión de McFields es parte de la implosión dentro de las filas del Frente Sandinista y de los funcionarios del Estado, y en ese sentido afirmó que la dictadura “está en alitas de cucaracha”, pero que “hay que ayudarle a caerse”.
“Es un golpe muy fuerte para la dictadura, aunque quieran esconderlo, pero no me sorprende porque soy de los que sostiene que la dictadura está en alitas de cucaracha. La dictadura tiene un equilibrio precario, no me sorprendería que en cualquier momento esa implosión pueda ocurrir en cualquier momento”, declaró.
Parte de esa implosión se debe a que los funcionarios de Ortega están “sometidos a constante vigilancia para que no se escapen del redil. Nicaragua se está convirtiendo en Corea del Norte o Cuba”, opinó el sociólogo.
Para Martínez, la dictadura es mucho más fuerte en la represión hacia su propia gente, que contra los de afuera, “porque no quiere que se les escape nadie a decir cosas como la que dijo Arturo (McFields)”.
En ese sentido el sociólogo dijo que “hay que ofrecerle a esa gente (desertores del orteguismo) la capacidad de escapar y recibirlos nosotros como se recibe a un soldado desertor, y hay que decirle a la gente que aquellos que desertan que no han cometido crímenes de lesa humanidad pueden venirse para el lado del pueblo sin ningún problema. Hay que abrirles las puertas. Gente como Arturo McFields tenemos que recibirlos”.
“NO HABRÁ SALIDA DIGNA NI ATERRIZAJE SUAVE”
Por otro lado, Martínez criticó a quienes en algún momento ofrecieron a Ortega una “salida digna” o un “aterrizaje suave”, pues a su juicio no se dialogar con la dictadura, y esta “no puede evolucionar hacia la democracia”.
“Quien habló de una salida digna fue la señora Cristiana Chamorro en algún momento, y en una frase –que haría a su padre revolcarse en su tumba– dijo que podría Daniel Ortega presentarse como candidato a la Presidencia como cualquier otro nicaragüense. No se puede tranzar con la dictadura, ni se le puede ofrecer una salida digna, ni se puede hacer un aterrizaje suave, es porque estoy convencido que para la construir la democracia en Nicaragua no hay atajo; todos los caminos pasan por derrocar a la dictadura, no derrotarla, sino arrancarla de raíz”, zanjó.
“Aquellos que hablan de elecciones, de aterrizaje suave, están buscando atajos que este camino no tiene. Si querés llegar hacia la democracia en Nicaragua, tenemos necesariamente que arrancar de raíz este sistema que está destruyendo al país. Francamente es lo peor que la ha podido ocurrir al país”, continuó.
Como miembro del Consejo por la Transición del Congreso de Unidad de los Nicaragüenses Libres, Martínez, aseguró: “no vamos a dialogar con la dictadura, a la dictadura hay que derrocarla, arrancarla de raíz”.
“Al salir de la dictadura vendrá un proceso de transición en el que empezará a prepararse una Asamblea Constituyente y luego de ese en un periodo que no puede ser demasiado largo montar las bases para un proceso electoral real, pero sin la dictadura”, explicó.
“Circula en Nicaragua el mito de que la dictadura es invencible, y no es para nada cierto, han caído dictaduras más fuertes que esa, es una dictadura que está en alitas de cucaracha. Yo creo que es posible derrocar a la dictadura, sin necesidad de recurrir a hacerle una guerra. Se trata de hacerle el país ingobernable, que sepan que no somos sus súbditos, ahora somos más sabios que hace 4 años, nos dieron atol con el dedo, esos usurpadores que se pusieron al frente de la lucha popular para sabotearla francamente”, reprochó el sociólogo.
Añadió que a la dictadura se le “bota con organización del pueblo, tenemos que trabajar para que esa implosión se produzca en la brevedad, salir de la dictadura es de vida o muerte. No podemos quedarnos esperando que la dictadura se caiga solita porque aunque se encuentre en un equilibrio precario, hay que ayudarle a caerse”.