Héctor Mairena, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) reconoció este jueves que, los diversos grupos de la oposición del país están “en deuda con el pueblo nicaragüense”, a causa de los errores, arrogancia y sectarismo.
En entrevista con La Mesa Redonda, Mairena aseguró que “la oposición está golpeada” y que “ciertamente no hay unidad de la oposición” y que si esta se hubiese dado “seguramente” tendrían “una mejor posición para enfrentar a la dictadura”. Por ello, insistió están “en deuda con el pueblo nicaragüense”.
“Dicho esto, que la oposición está en deuda por los errores, por la arrogancia, por el sectarismo, el gran desafío de la oposición para el 2023 es alcanzar confluencias, convergencias, coincidencias políticas que nos vayan aproximando a la construcción de –yo no le quiero llamar unidad, porque soy muy reservado en cuanto a que podamos lograr una unidad idílica, que no existe además—confluencias, que estamos construyendo entre distintas fuerzas de la oposición, ese es el gran reto para resarcir de alguna manera lo errores que hemos cometido en el pasado”, declaró Mairena.
Aseveró que “algunos antepusieron los prejuicios ideológicos a la necesidad política de salir de Ortega y propiciar una salida democrática en Nicaragua”. “El problema de Nicaragua no es ideológico, no es de izquierda o derecha, el problema es democracia versus dictadura”, apostilló.
El miembro de la UNAB señaló que “Ortega es el problema, Ortega es el enemigo de la democracia en Nicaragua y tenemos todos propiciar una salida democrática a esta situación”.
En ese sentido indicó que “solo la unidad de la ciudadanía es posible propiciar cambios democráticos, así se ha demostrado en la historia de Nicaragua. Las cosas ahora no son distintas”.
“Todas las fuerzas de oposición de Nicaragua coincidimos en que la salida tiene que ser cívica y no hay otro camino que no sean las elecciones libres y transparentes”, comentó.
Cuestionado sobre la fecha que exmiembros de la UNAB aseguraron el año pasado concretar la unidad (noviembre de 2022), Mairena refirió que de su parte sería una irresponsabilidad establecer un tiempo.
“La unidad no se decreta, no es un evento, es un proceso que culmina en algún momento e inicia una nueva etapa, tiene sus hitos y sería una irresponsabilidad mía y de la Unidad Nacional Azul y Blanco decir ‘entre seis meses vamos a tener conformada la unidad’”, dijo.
“Es preferible avanzar despacio, con firmeza, sin anuncios irresponsables de que en tal día tenemos la unidad construida. Pero tengo la plena convicción que las fuerzas democráticas en Nicaragua estamos avanzando en esa dirección única”, concluyó.