La ex guerrillera nicaragüense Mónica Baltodano está segura que fue la propia Rosario Murillo quien ordenó la “casa por cárcel de facto” a su cuñado Humberto Ortega, como represalia por las declaraciones del General (r) al medio argentino Infobae, en las que afirma que el poder dictatorial de su hermano Daniel Ortega “no tiene sucesores” dentro de su familia y el sandinismo, y que tras su muerte deberá haber elecciones en Nicaragua.
“Ella (Rosario Murillo) tiene las correas de poder y mando, y eso explica lo que le hicieron a Humberto. Yo creo que lo que pasó ahí es que ella fue la que mandó a prácticamente a dejarlo en casa por cárcel, y la postura de Daniel probablemente es la permisibilidad como en muchos otros eventos”, declaró Baltodano en entrevista con La Mesa Redonda.
A juicio de la exguerrillera “es muy importante escuchar y escudriñar la opinión de Humberto” pues “él aborda temas muy espinosos”.
“Yo trato de decir, ha de haber sido como una gran bomba en El Carmen, la afirmación que él hizo de que Daniel Ortega puede desaparecer en cualquier momento, y cuando lo dice no se refiere exclusivamente a la desaparición física o la muerte, sino a la necesidad de que sea removido; y que él no mira dentro de la actual estructura de poder el relevo, y dice claramente que ni Rosario Murillo ni los hijos de Daniel y Rosario Murillo tienen la autoridad, tienen la historia, tienen la fuerza, tienen el reconocimiento, como para ser los relevos. Esa es realmente una afirmación muy importante que obviamente iba a tener repercusiones en El Carmen, como lo vimos”, señaló.
Baltodano destaca que Humberto Ortega “nunca se había pronunciado con la fuerza y la claridad como la que hizo en esta entrevista”, pues “llegó a calificar este régimen como corrupto, como dictatorial, autoritario y antidemocrático”.
“Son palabras que me parece a mí que son muy fuertes, directas, francas y evidentemente no iban a gustar a la dictadura… habla de la necesidad de una transición, expone distintos escenarios para esa transición, casi lo afirma que él ha estado en comunicación con Daniel Ortega, que ha restablecido su comunicación”, recalcó.
Para la exguerrillera, Rosario Murillo tiene una “autoridad derivada” de la figura de Daniel Ortega, que lejos de imponer respeto en las filas del sandinismo e instituciones estatales, lo que impone es “miedo”.
“Rosario Murillo tiene el control de toda los resortes principales del poder, es la única es la que dirige el gabinete, es la que se reúne con los alcaldes, es la que comparece como que si ya ella fuera la Presidenta, porque la ausencia de Daniel Ortega como mandatario es escasísima, y uno lo puede ver”, opinó.
Baltodano señala que Murillo “fue construyendo una figura mesiánica” mediante la repetición de “una gran figura detrás de la cual está”.
“En realidad su autoridad es una autoridad derivada, es decir ella puede tener las riendas de las instituciones y de las decisiones cotidianas, pero su autoridad es derivada… Yo creo que ella está clara que todavía ella no logra ver ese caudillismo, ella no es la caudilla; y por el contrario, por su por su carácter, por sus características particulares, ella es una persona que genera mucha antipatía, su estilo es un estilo absolutamente despótico e intolerante, no soporta, no puede escuchar largamente a alguien que opina diferente a ella, lo calla y lo manda al carajo si es posible”, afirmó la exguerrillera.
“Ella ha sustituido el respeto por el miedo, algunos aparentan expresarle respeto, pero en realidad lo que tienen es miedo… Desaparecido Daniel no solo por muerte, sino porque tenga que ser declarado incapaz, no podría ella de la noche a la mañana controlar todas las cosas”, concluye.