La organización Prilaka denunció lo que calificó como “epidemia de femicidios” y violencia de género en los territorios indígenas de la Muskitia nicaragüense, donde las mujeres son además víctimas de las fallas en los sistemas de protección y justicia del Estado.
“Nos encontramos nuevamente enfrentando una preocupante, desgarradora y urgente realidad: la persistente violencia de género que continúa afectando desproporcionadamente a las mujeres indígenas en nuestras comunidades y la crisis de femicidios y femicidios frustrados que parecen convertirse en una epidemia que no para”, señaló Prilaka en un comunicado.
La organización indicó que señala que “cada femicidio es una tragedia que nos marca como sociedad” y que es inaceptable que las mujeres continúen viviendo sin protección estatal y sean víctimas de violencia en la impunidad, sin acceso adecuado a la justicia.
En ese sentido mencionó el feminicidio ocurrido en la comunidad de Sangnilaya el pasado 3 de mayo, precedido por secuestros temporales de jóvenes miskitas ocurridos también en Sangnilaya y en otras comunidades indígenas.
Además, subraya que la invasión de colonos en los territorios indígenas ha exacerbado la violencia sexual, territorial y cultural contra las mujeres. Situación que muchas veces es ignorada por el Estado y los medios de comunicación, criticó la ONG.
“En cada comunidad invadida y con cada ataque de colonos a familias y comunidades indigenas, las mujeres cargan con el peso de la gestión emocional del trauma que viven ellas mismas y también sus hijos e hijas. Con cada salida de sus parejas o familiares a los bosques, quedan con la preocupación de si los volverán a ver o no. La continua movilidad de colonos por las comunidades sin autorización de las asambleas comunitarias representa una preocupación constante sobre lo que pueda pasarles a ellas mismas y a sus hijas”, alertó.
La organización también critica la narrativa racista que invisibiliza la colonización como una causa central de esta violencia, y responsabiliza a las comunidades como principales actores generadores de la violencia de género.
“La violencia de género y los femicidios constituyen una grave violación a los derechos humanos que afectan de manera desproporcionada a las mujeres indígenas. Estas mujeres, además de enfrentar discriminación y marginación por su género, también sufren por su origen étnico y cultural. Este doble flagelo es una clara manifestación de la intersección de múltiples formas de opresión que deben ser urgentemente abordadas”, solicitó.
Destaca que entre las distintas estrategias están: “por una parte, los colonos secuestran a niñas y mujeres jóvenes para abusarlas sexualmente y tenerlas en las zonas invadidas, embarazándolas, para pretender derechos sobre las tierras indígenas”.
Prilaka exigió al Estado de Nicaragua tomar medidas concretas para detener esta crisis, incluyendo el fortalecimiento de los mecanismos de prevención, atención y justicia ante todo tipo de violencia, con un enfoque sensible a la diversidad cultural.
“Exigimos a las autoridades gubernamentales justicia y protección, así como la provisión de recursos y apoyo a las mujeres indígenas sobrevivientes de violencia, el desarrollo de políticas públicas inclusivas y efectivas, y sobre todo el respeto a la autonomía de los cuerpos y territorios de las mujeres indígenas que son blanco de conflictos”, reza el comunicado.
Además, insta a la comunidad internacional a tomar acciones de incidencia ante el Estado de Nicaragua, frente a esta emergencia humanitaria.
