La dictadura de Daniel Ortega rechazó y condenó el jueves las nuevas sanciones del gobierno de Joe Biden contra 16 altos cargos venezolanos, y calificó a su vez a Estados Unidos de ser un “imperio decadente y decrépito”.

“Las agresiones imperiales, coloniales y neocoloniales sólo muestran la impotencia y rabia de imperios decadentes y decrépitos ya que, moralmente, han perdido todas las batallas frente a un mundo que no es ni sumiso, ni dependiente, sino aguerrido, valiente y decidido a transformar los sistemas caducos y crear el nuevo orden multipolar”, señaló la dictadura en un comunicado.

El régimen dijo que “rechaza y condena las continuas agresiones que en formato de indigno y punitivo dominio se lanzan contra nuestros pueblos y Gobiernos”.

Para Ortega y Murillo, las nuevas sanciones estadounidenses contra el círculo de Maduro es “otra agresión”.

Estados Unidos anunció la imposición de sanciones a 16 aliados de Maduro -incluidos la presidenta del Tribunal Supremo de Venezuela y líderes de las fuerzas armadas del país caribeño- por violaciones a los derechos humanos y por obstruir el libre desarrollo de las últimas elecciones.

Los líderes opositores María Corina Machado y el abanderado Edmundo González Urrutia, que recientemente se exilió en España, apelaron a la ilegalidad del proceso, contando con un respaldo público de parte de la comunidad internacional, incluido el de líderes de izquierda en Latinoamérica como Lula da Silva en Brasil y Gabriel Boric en Chile.

Sin embargo, la comunidad internacional no se pone de acuerdo sobre ninguna iniciativa concreta que permita superar la crisis en Venezuela ni sobre una fórmula de diálogo que sea aceptable entre las partes.