Opinión / Ensayos · 14/12/2023

Navidad sin reos políticos pacifistas

“Libertad para Marcio y Tomás” y “Navidad sin reos políticos”. Estas eran dos de las “pintas” más comunes que en 1978 podían verse en las paredes de ciudades y pueblos, los grafitis se referían al guerrillero sandinista Marcio Jaén Serrano, capturado después de un enfrentamiento armado con la Guardia Nacional en Santa Rosa, Departamento de Madriz a finales de 1976, y a Tomás Borge Martínez, fundador del FSLN, capturado en 1976, mientras era responsable político militar de las operaciones clandestinas del sandinismo en el Departamento de Managua. Una vez en prisión, la respuesta de ambos ante las torturas y aislamiento a que fueron sometidos por la dictadura somocista, fue declararse en huelga de hambre, lo que desencadenó una serie de actos de movilización y apoyo ciudadano.

Los hoy secuestrados políticos, no parecen tener afinidades con los dos personajes mencionados, ninguno de ellos fue capturado en acciones armadas o conspiraciones dirigidas a derrocar al régimen, la mayoría ni siquiera eran o son miembros de las organizaciones políticas proscritas por la dictadura, y tampoco abogan por acciones violentas o armadas como método para derrocar al sandinismo, o lo que de él queda. Probablemente el único secuestrado político con entrenamiento y experiencia militar es Marvin Vargas, “el Cachorro”, encarcelado hace doce años por haber encabezado una organización de desmovilizados del Servicio Militar Obligatorio, demandando una reunión con Ortega, una vez que éste regresó al poder, para exponerle sus demandas y exigirle el cumplimiento de las promesas hechas en campaña.

Los más de cien secuestrados efectivos que mantiene la dictadura, más los seis y tantos millones que viven bajo constante asedio, vigilancia o amenaza de parte de los cuerpos represivos oficiales y encubiertos del régimen, carecen del mínimo espacio para expresar su inconformidad, no sólo política, sino también desde cualquier plano de la vida civil: laboral, educativa, fiscal o de cualquier otra índole. Frente a este inconmensurable atropello de la dictadura, no sabemos que diría Marcio, pero si sabemos que diría Tomás. Sólo estamos seguros que la magnitud de la presión represiva ejercida sobre la ciudadanía, es directamente proporcional al repudio popular que pende sobre la dictadura.     

Ezequiel Molina

Diciembre 14, 2023