El Dr. Róger Guevara Mena, ex embajador y analista político, señaló este miércoles que el dictador Daniel Ortega cometió un “grave error” de diplomacia y un desafío a la justicia argentina, al invitar a su “investidura” al terrorista iraní Mohsen Rezai, de quien pesa la acusación de ser uno de los autores intelectuales del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que se produjo el 18 de julio de 1994 y dejó un saldo de 85 muertes.
“La Interpol nicaragüense debió haberse comunicado con la Interpol Central y haberle reportado quiénes eran y qué representaban, y que si no había riesgo alguno para las autoridades nacionales o el país en general. Pero no se hizo, y al no hacerlo constituye un despido, constituye en grave error de diplomacia y por supuesto un desafío a la justicia argentina”, afirmó en entrevista con La Mesa Redonda.
El pasado 10 de enero, Rezai participó en la “toma de posesión” de Ortega en Managua, provocando la molestia del gobierno argentino, quien criticó que la Interpol no hiciera nada para detener al iraní.
Hoy, en una sesión virtual del Consejo Permanente de la OEA aprobó por gran mayoría una resolución conjunta para condenar la reciente visita del terrorista iraní en Nicaragua. Pidieron además que se respeten las alertas rojas de Interpol para detener a todos los sospechosos.
Arturo Mc Fields, representante del régimen ante la OEA, reaccionó diciendo que “Nicaragua es libre de invitar a quien quiera” y que es “una nación soberana que ejerce su derecho internacional a la autodeterminación”. Y agregó: “Si esa persona llega con una buena actitud, siempre tendrá puertas abiertas”.
Al respecto, Guevara Mena manifestó que “si bien es cierto que cada país es libre de invitar a quien quiera, porque forma parte de la soberanía; por otro lado, no quiere que los invitados a un evento oficial vayan en contra de los principios básicos de los países amigos y aliados. Sobre todo, partiendo del hecho que la Argentina tuvo una negociación con Nicaragua para obtener la presidencia del organismo de la CELAC e indudablemente esto obtenía un compromiso”.
“El hecho de poner en riesgo o desafiar a la justicia argentina invitando a alguien que debió haberlo conocido quién era, que debió haber evitado su presencia, puesto que en todo acto oficial normalmente los invitados se pasan por el colador de la Interpol”, aseveró.