Destacados / Nacionales · 30/04/2024

Periodista nicaragüense pide protección internacional en Noruega

La periodista nicaragüense Solange Saballos de 31 años, exiliada en Noruega desde 2019, relató las dificultades que ha enfrentado en ese país europeo para obtener protección internacional, debido a la incredulidad de las autoridades migratorias noruegas sobre la persecución política en Nicaragua por parte de la dictadura Ortega-Murillo.

Antes de la crisis sociopolítica de 2018 en Nicaragua, Saballos llevaba una vida normal como estudiante de lengua y literatura en la UNAN-Managua y periodismo en la Universidad de Managua (UdeM). Participó en las protestas de 2018, hizo periodismo cultural y autoconvocado documentando las protestas, y fue parte de los jóvenes que se atrincheraron en el recinto Rubén Darío (campus central), lo que provocó que fuese expulsada de forma arbitraria.

Fue por ello que, en 2019 Solange Saballos viajó a Guatemala y de ahí a Noruega gracias a una beca para estudiantes en riesgo debido a su lucha cívica y no violenta por los derechos humanos en Nicaragua.

Irónicamente, es el mismo país (Noruega) que me regresó mi derecho a la educación el cual hoy duda sobre mi testimonio”, señala.

Y es que las autoridades noruegas, muestran escepticismo sobre la existencia de listas negras de opositores al régimen en Nicaragua, argumentando la falta de documentación oficial.

Traté de explicarle a las autoridades noruegas que el estado nicaragüense está totalmente controlado por la pareja dictatorial en cada nivel: desde los comités en los barrios (CPC) que utilizan para espiar a los vecinos opositores, hasta los altos mandos del ejército nacional, y que la situación se ha ido agravando con los años. Prácticamente estamos como en Corea del Norte”, contó Saballos.

Me vi forzada a solicitar protección internacional en Noruega en agosto 2022. Lo hice luego de concluir mi maestría en idioma español y estudios latinoamericanos con la tesis Ciberactivismo de comunidades nicaragüenses en España como reacción a la insurrección de abril 2018. Pude hablar con autoridades de UDI hasta el 23 de abril del 2024”, añadió.

A Noruega, un país donde la ley se respeta y la libertad de expresión es un derecho; “le cuesta entender que el estado nicaragüense se dedique a perseguir, encarcelar o asesinar a sus propios ciudadanos simplemente por tener una opinión distinta a la suya”, explica Saballos. 

Cuando tuve mi entrevista, la encargada de mi caso me cuestionó en reiteradas ocasiones, e incluso aseguró que yo no era parte de esta lista negra porque pude salir legalmente, sellando mi pasaporte en Honduras luego de pasar la frontera de Guasaule (Nicaragua-Honduras) a finales de septiembre del 2018”, expuso. 

Continúa: “Traté de explicarle que esto se debió a que, en ese momento, la dictadura Ortega-Murillo no podía vulnerar a la empresa privada, y que yo escapé junto a mi fotógrafo hacia Guatemala tomando un bus de la compañía privada Ticabus, una semana aproximadamente después de ver en las noticias que la dictadura estaba capturando a todos los estudiantes que habían participado de la toma de la UNAN-Managua, y de confirmar mi expulsión al acceder al portal estudiantil de la UNAN-Managua”.

Los noruegos no comprenden que, de haber salido de forma ilegal, mi vida hubiera sido mucho más difícil como exiliada indocumentada en Guatemala, en donde las agresiones a personas migrantes indocumentadas son un serio problema. Por tal razón, mi fotógrafo y yo decidimos correr el riesgo de atravesar la frontera legalmente”, continuó.

Saballos lamenta que en la actualidad, Noruega muestra una ignorancia inmensa de lo que ocurre en Nicaragua.

Necesito que Noruega me escuche y me proteja. Es mi derecho humano vivir sin violencia y con libertad de expresión. No voy a dejar de protestar ni de apoyar a otros nicaragüenses hasta que la dictadura Ortega-Murillo y sus cómplices paguen por todos sus crímenes”, concluye.

*Foto cortesía