Nacionales · 10/03/2022

Personalidades del mundo piden a Ortega la libertad de todas las personas encarceladas por razones políticas

Casi un centenar de personalidades del mundo de la cultura, política y catedráticos publicaron esta semana una carta pública dirigida al dictador Daniel Ortega, en la que le demandan la liberación de las personas presas políticas en Nicaragua.

La misiva señala que los firmantes están interesados en la situación de Nicaragua y “consternados” por el fallecimiento del general en retiro Hugo Torres el pasado 12 de febrero estando en “cautiverio”.

Al igual que han hecho numerosos familiares, le solicitamos la rápida liberación de todas las personas encarceladas por razones políticas, sin ninguna excepción”, reza la carta.

Los firmantes también demandan que mientras el proceso de liberación se lleva a cabo, se cese todo tipo de tortura física y sicológica a los encarcelados, se ponga fin al aislamiento de las presas políticas, se permita la atención médica adecuada, se permita la visita de familiares, entre otras peticiones.

Uno de los firmantes de la carta dirigida a Ortega es el economista y escritor español Manuel de la Iglesia, quien explicó en entrevista con La Mesa Redonda que lo que más motivó para escribir la carta “es que nos parece totalmente inadmisible es que ni siquiera en las cárceles de Nicaragua respecto a los presos y presas políticas se cumpla con unas condiciones mínimas humanitarias”.

Esto es el colmo, tenemos allí a un Presidente que ha hecho trampa en las elecciones porque tiene encarcelado a muchos precandidatos, no respeta los derechos humanos, no deja que las personas se manifiesten, y no solo eso, sino que en las cárceles no deja asuntos tan elementales como que si alguien está enfermo que lo pueda asistir un médico, o que los familiares no puedan llevarle un libro, ropa o una frazada”, criticó de la Iglesia.

Para el escritor, es “una situación que sería para una novela de ficción, es inadmisible y hay que denunciarlo y una buena manera de denunciarlo es escribirle al propio Daniel Ortega una carta abierta diciéndole ‘oiga, usted no es que vaya demasiado lejos, es que parece que está enloquecido’”.

A LOS DICTADORES LES CIEGA SU ANSIA DE PODER

De la Iglesia manifestó que Ortega y Murillo “abusan del poder, les ciega su ansia de poder y su malicia, y mienten descaradamente”.

“En la historia los dictadores siempre niegan sus actos criminales, nunca lo reconocen. Daniel Ortega nos tiene acostumbrados a negar la vivencia”, señaló.

Esta carta es un granito de arena más, una denuncia para que la gente sepa lo que está pasando allí, y en este caso se hace eco en los familiares de los presos políticos que dicen en qué situación están, no solo padeciendo la cárcel; sino en una situación indigna, en celdas de castigo sin poder salir al patio”, destacó.

Por otro lado, el escritor afirmó que si Daniel Ortega se presta a un diálogo “siempre va a mentir, siempre va a no cumplir lo que se pueda dialogar, que es lo que hace un dictador”.

Un dictador quiere estar en el poder y no lo quiere compartir y no está dispuesto a ceder el poder bajo ningún concepto (…) Es prácticamente imposible que haya un diálogo con Daniel Ortega y que Daniel Ortega lo cumpla. No va a cumplir con nada que ponga en cuestión su poder”, aseveró.

PRESOS Y PRESAS AUN ESTANDO EN LA CÁRCEL SIGUEN TENIENDO DERECHOS

Por su parte, Silvio Prado, sociólogo nicaragüense radicado en España destacó que entre los firmantes de la carta hay personas sobre todo del mundo de la cultura, “escritoras de mucho renombre como Rosa Montero y Elvira Lindo”. Personas del mundo de la música, intelectuales, periodistas, y políticos “progresistas”.

Subrayó que los presos y las presas aun estando en la cárcel siguen teniendo derechos. “Tienen derecho a la vida y que se les trate con dignidad”, sostuvo.

Prado dijo que la carta se dirige a Ortega “porque él es el factótum, él es el mandamás del país, sabemos que no hay independencia de los tribunales, los fiscales son brazo ejecutor de la dictadura”.

En esa línea, reprochó que el régimen de Ortega no permita el retorno al país de los representantes de la Alta Comisionada Michelle Bachelet a Nicaragua, y de la CIDH. “¿Por qué los expulsó en 2018?”, cuestionó.

Prado, enfatizó que hay que insistir en el problema que se vive en Nicaragua, y no dejar que los focos de los problemas de otros países distraigan la atención de lo que ocurre en la nación.

No dejar solos a los presos y a las presas, no dejar abandonado a su suerte a nuestro país. No quitemos el dedo de la llaga porque es lo que quisiera la dictadura”, apostilló.

Finalmente, el sociólogo nicaragüense expresó que hay muchos pendientes sin resolver entre las organizaciones de la oposición, y ese sentido aseguro que “los nicaragüenses que estamos fuera, vamos a apoyar cualquier esfuerzo por el reagrupamiento –no por la unidad– de las fuerzas y porque se adopte una agenda de país con los problemas reales que hay en el país”.