Opinión / Ensayos · 10/12/2021

Restablecimiento de relaciones diplomáticas con Pekín y ruptura de relaciones con Taiwán era algo que se miraba venir

Por H.R

El restablecimiento de relaciones diplomáticas con Pekín, y la ruptura de relaciones con Taiwán era algo que se miraba venir desde hace mucho; el asunto era decidir la ruptura con Taiwán, porque es la condición que China continental impone a los países pequeños, ya que países grandes y medianos que mantienen relaciones diplomáticas con Pekín y consulares y comerciales con Taiwán.

Esta relación con Pekín es una relación que comienza mal, porque Ortega hipotecó el futuro de Nicaragua con la Ley 800 y la Ley 840, otorgándole a un especulador chino, una gran parte del territorio nacional a cambio de una ilusión.

La apuesta de Ortega es la búsqueda de un «protector» con recursos, estatus privilegiado en la ONU y afinidad política; aunque lo de los recursos es lo primordial, algo que ya no es Rusia.

Sin embargo, a diferencia de Taiwán, los chinos de Pekín no se caracterizan por la cooperación, sino por los negocios y en eso son rapaces, algo de lo cual pueden dar cuenta Cuba y Venezuela; Venezuela paga su deuda (por compra de armas) a China con petróleo, pero los chinos exigieron además, la colocación de una garantía en lingotes de Oro en un banco internacional, ante a eventualidad de un cambio de gobierno.

Cuba no ha podido lograr hacer los negocios deseados con China, porque para los chinos Business is business, y Cuba tiene serios problemas de pago. Frente a ese panorama no se observa una relación con buenas perspectivas para Nicaragua, y sí en cambio, muchos problemas.