El sociólogo y economista nicaragüense Douglas Castro, llamó a la población de Nicaragua ser “prudentes” y a “evitar la confrontación” en el IX Censo Nacional de Población y el V Censo Nacional de Vivienda, que inicia mañana 30 de abril en el país centroamericano.
Y es que el censo nacional está generando mucha preocupación en las familias nicaragüenses debido a que, este será realizado por el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE) que controla la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Además, se realizará con el acompañamiento de la Policía y operadores políticos, según se ha podido apreciar en su lanzamiento a través de redes sociales.
En el censo participarán más de 8,700 empadronadores —contratados por INIDE— y visitarán todos los hogares nicaragüenses durante el mes de mayo, para recabar la información que supuestamente “será usada solo para fines estadísticos”.
El Instituto ha informado a través de sus redes sociales que “toda la importación que entregues quedará almacenada y protegida por INIDE” e insta a brindar “información con confianza”.
Al respecto, Douglas Castro comentó que se ha denunciado que la Policía ha estado en el pilotaje, “pero no descartemos también que se desplieguen los CPC, todo el aparataje paraestatal vinculado más al partido (FSLN)”.
“El régimen lo que más destaca es decirle a la gente ‘tengan confianza’, cuando alguien te dice eso, está absolutamente claro que hay desconfianza. (El censo) está abocado a ganar confianza, pero creo que una de las peores formas de generar confianza, es decirle a la gente ‘tengan confianza’, porque estás partiendo de una negatividad, de que no te tienen confianza”, opinó el experto en entrevista con La Mesa Redonda.
“Lo primero que hay que hacer es evitar una confrontación porque estás en vulnerabilidad total en Nicaragua”, sostuvo Castro.
Además señala que los empadronadores podrían llegar a una vivienda hasta tres veces en caso de no encontrar a nadie en dicha casa, o haya una negativa para atenderlos. “Es más peligroso exponerse a eso porque te estás autofichando”, zanjó.
“Si sos crítico de la dictadura y te querés cuidar, creo que la forma más fácil de ponerte en la diana es evitando eso tipo de cosas. Van a llegar tres veces, por eso mi recomendación es evitar confrontación, atenderlos, evitar cualquier punto que pueda poner en riesgo la seguridad de las personas. Lo que yo recomendaría es prudencia”, insistió.
19 años de no realizar un censo nacional
El último censo nacional en Nicaragua ocurrió en el año 2005 bajo el gobierno del fallecido expresidente Enrique Bolaños y con un costo de 14 millones de dólares; es decir, la dictadura Ortega-Murillo volverá a realizar un censo de este tipo 19 años después –y con fondos del Estado–, cuando lo recomendado es cada 10 años.
Al respecto, Douglas Castro señala que la dictadura no le da “prioridad a una herramienta tan importante para la política pública como es el saber cuántos somos, cómo somos, cómo estamos, que esas son las principales preguntas que responde un censo”.
“Eso en un país normal no te debería de despertar ningún tipo de suspicacia; ya en Nicaragua hasta las cosas más buenas siempre van a levantar sospechas por ese manto de desconfianza que hay sobre la dictadura de Ortega”, indicó.
Destacó que uno de los principales datos de los que hay que estar pendientes en este censo nacional es la cantidad de la población nicaragüense dentro y fuera del país.
“Si no se publica la información y presentan unos datos, en eso no hay que confiar. Para que sea creíble hay que presentar datos”, dijo.
“Todo régimen sea democrático o no democrático, necesita saber la población, es información necesaria para las políticas públicas. Para ellos es vergonzoso que no hayan hecho un censo, que tengan 19 años de no hacerlo”, añadió.
Capacidad técnica de empadronadores
El sociólogo recalcó que hubo problemas en el reclutamiento de los empadronadores debido a que no despertó interés laboral.
“Son 8 mil personas, se abrieron 8 mil plazas, antes la gente hacía filas y costaba que los aceptaran; ahora, costó reclutar, con un ambiente de desempleo, eso dice que mucha gente no quiso participar, pero también los perfiles, tiene que ser alguien que pueda levantar la información”, sostuvo.
Según el experto, los empadronadores recibirán unos 12.000 córdobas de salario por el mes laborado.
Para Castro un empadronador debería ser un persona que mínimo se haya graduado de secundaria, que pueda utilizar un aparato electrónico, que pueda leer y expresarse bien y que pueda generar confianza.
Además indicó que tradicionalmente son grupos de tres personas y un supervisor. El experto criticó que hasta la fecha no se haya publicado el cuestionario completo que se le hará a la población nicaragüense.