Opinión / Ensayos · 16/06/2023

Solidaridad semánticamente delincuencial

La cercanía “ideológica” entre el ex convicto presidente brasileño y el dictador sandinista, es a toda prueba; el entrecomillado de “ideológica”, responde a la necesidad de poner en un plano realista la admiración que ambos personajes se profesan, y que no tiene nada que ver con ese anquilosado, inútil y pernicioso concepto que sigue causando estragos, al elegir como presidentes a quienes predican una u otra “corriente ideológica” para ganar el voto ciudadano, pero es la llamada “izquierda” la más beneficiada en esa burda manipulación, pues sus promesas siempre predicen el triunfo de los pobres, el fin del capitalismo y un Estado benefactor…todos, o casi todos, sabemos en que terminan esas promesas.

Según varias fuentes, el ex reo y presidente brasileño propone modificar una resolución de la OEA, que podría ser aprobada la próxima semana en Washington y que condena sin medias tintas a la dictadura sandinista, pero Lula parece estar asesorado por unos especialistas en manipulación lingüística, al pretender modificar radicalmente la resolución mediante el cambio de términos directos por unos que, de lograr su objetivo, proyectarían a la sanguinaria dictadura como un gobierno que apenas, pretende, tiene la intención o amaga con cometer algunos abusos; pero el summum del descaro del ex convicto presidente, en su descarada complicidad con el dictador sandinista, queda al descubierto al modificar el pedimento, del “retorno de la democracia”, por un “fortalecimiento de la democracia”.

Y aún sabiendo que las resoluciones de la OEA tienen muy poco, o ningún efecto práctico, es necesario al menos, que la semántica descriptiva sobre la situación de Nicaragua refleje, al menos en papeles, la dramática realidad. La sinvergüenza propuesta del brasileño, debe servirnos de referente, de como funciona la complicidad entre delincuentes, sin importar los efectos que sus posiciones causen sobre millones de personas, y sobre sus propios ciudadanos; el asesinato de la joven brasileña Rayneia Gabrielle Lima, a manos de un paramilitar orteguista, durante la insurrección de 2018, sigue en las sombras de la impunidad. Es probable que exista un mecanismo legal, que señale al servil presidente brasileño como indiciado, por la complicidad frente al condenable asesinato de su compatriota. La funcionalidad de la justicia, está en entredicho.

Ezequiel Molina

Junio 16, 2023