Opinión / Ensayos · 01/12/2023

¿Tiene Álvaro Somoza calidad moral para tirar la primera piedra?

*Luciano García Mejía | Tomado de La Prensa

En el programa “Una Hora con Álvaro Somoza” del viernes 24 de noviembre de 2023, el señor Álvaro Somoza, el cual es hijo de Luis Somoza Debayle (quien fue parte de la dinastía dictatorial somocista), realiza diversas afirmaciones falsas y ataca cobardemente a dos mujeres.

Pese a no tener un programa propio para expresar mis opiniones, sí tengo mi voz para defenderme de tales acusaciones mentirosas. Además, les contaré primero la verdad sobre quién es la familia Somoza que, desafortunadamente, también es parte mi familia.

Mi abuelo, don Luciano García Chavarría, es el hermano menor de doña Julia García Chavarría, madre de Anastasio Somoza García, es decir, sobrino de mi abuelo, primo hermano de mi padre y, por tanto, tío en segundo grado para mí.

Somoza García amasó una inmensa fortuna para sí mismo y sus familiares de manera ilegal desde que asumió el poder, además de crear un Estado represivo y militar muy similar al de Daniel Ortega. Sin embargo, Ortega superó ampliamente a Somoza en estas prácticas.

Anastasio Somoza Reyes y Julia García Chavarría, hermana de mi abuelo Luciano García Chavarría, iniciaron la familia Somoza. Somoza Reyes falleció en enero de 1926, pero dejó en herencia a su esposa cuatro fincas de café: El Porvenir, con 124 manzanas; El Llano, con 40 manzanas; La Pita, con 121 manzanas; y El Bosque, con 92 manzanas. Eran fincas tan modestas que, en conjunto, no superaban el valor de los dos mil córdobas de la época, según la historiadora española María Dolores Ferrero Blanco, en su libro La Nicaragua de los Somoza.

Sin embargo, fue Anastasio Somoza García, padre de Luis, Anastasio y Lilliam Somoza, quien les heredó una fortuna después de ser asesinado en 1956. Esta fortuna fue creada con dinero amasado ilegalmente, a través de robos, extorsiones y asesinatos. Luis Somoza, hijo de Anastasio y quien también asumió el poder por sucesión dinástica sin ningún tipo de elección democrática, a como suelen hacer las cosas los dictadores de turno, administró los bienes de la familia tras la muerte de su padre, el dictador Somoza García.

Según un cablegrama de la Embajada de Estados Unidos revelado por la revista Magazine, para esa fecha los Somoza tenían control y participación en una amplia variedad de bienes económicos en el país, totalizando 38.8 millones de dólares, además de 20 millones de dólares en el extranjero.

Además del dinero mal habido y el sufrimiento causado al pueblo nicaragüense, Somoza García fue un dictador que persiguió hasta a su propia familia. Algunos fueron desterrados de Nicaragua, mientras que a otros los encarcelaba, como a mi abuelo don Luciano García Chavarría. El único pecado de ellos era ser opositores, estando en contra de todos los abusos cometidos, y que además eran conservadores. Cabe destacar que la familia Somoza tiene orígenes conservadores y se volvió liberal cuando Anastasio Somoza García se casó con Salvadora Debayle. Así que podría decirse que ese dinero está manchado de sangre, al igual que el dinero que Daniel Ortega ha obtenido.

Somoza García, sus hijos Luis y Anastasio fueron una familia dinástica, dictadores, asesinos y corruptos. Ninguno de ellos escapó de estas características, quedando claro lo que significó el régimen dictatorial de los Somoza para los nicaragüenses.

Con respecto a las mentiras que dice en su programa, Álvaro Somoza utiliza el dinero sucio y manchado de sangre que heredó de su padre, afirmando que el espacio de Monteverde es manejado por Humberto Ortega, Mónica Baltodano, Luis Carrión, Dora María Téllez, Eliseo Núñez y mi persona, y que además es manejado por la izquierda.

La primera gran mentira es que ni Humberto Ortega, ni Mónica Baltodano, ni Dora María Téllez forman parte de Monteverde.

La segunda gran mentira es que ni Eliseo ni yo controlamos Monteverde. Además, yo nunca fui somocista, sandinista ni mucho menos de izquierda, a como quiere dar a entender.

La tercera gran mentira es que dice que Monteverde está controlado por la izquierda, cuando la mayoría de sus miembros son y han sido antisandinistas y se consideran de ideología centro- derecha. No sé de dónde saca esas locuras. Además, exhorta al Gobierno de los Estados Unidos a no seguir apoyando este esfuerzo.

Además, argumenta: “¿Qué tienen que ver los sandinistas de MRS en el futuro de Nicaragua si ellos fueron quienes destruyeron a Nicaragua?” Como si él tuviera autoridad moral para decir eso, por lo tanto, si Álvaro Somoza afirma que en la nueva Nicaragua no hay lugar para los sandinistas que actualmente se oponen a Daniel Ortega, tampoco hay lugar para los somocistas, ni mucho menos para la descendencia directa de los Somoza, ya que ambos regímenes tanto el somocismo como el sandinismo de los años 80 fueron abusivos en el poder, la corrupción, la violación a los DD.HH., la represión a los ciudadanos, los asesinatos cometidos, el destierro, exilio, la corrupción y el enriquecimiento ilícito, etc., etc., ambos regímenes fueron parte de la destrucción de Nicaragua. Prácticamente, se ve reflejado en el espejo cuando se refiere a esos sandinistas. Álvaro Somoza es hijo de una de las dictaduras más brutales que hemos tenido, defiende y justifica lo que su familia cometió y por culpa de ellos los sandinistas llegaron al poder. Entonces me pregunto: ¿qué diferencia hay entre los Somoza y los sandinistas?

Pero lo más grave de sus mentiras es desacreditar y ofender de manera cobarde a dos mujeres como Lucy Valenti y Tamara Dávila, manipulando el pasado de ambas, quienes estaban promoviendo acercamientos para sumar el esfuerzo de unidad. Este señor las ataca cobardemente en su programa, porque no tuvo el valor de decirles en su cara lo que pensaba de ellas cuando se reunió personalmente con ellas, y luego salió a decir maravillas de ellas públicamente.

Este señor Álvaro Somoza, quien además es ciudadano estadounidense, debería entender que un país está compuesto por todos sus ciudadanos, tanto por los nacidos allí como por los naturalizados. Todos tienen derechos y responsabilidades, y nadie tiene el derecho de decir quiénes deben o no deben luchar para sacar al dictador Daniel Ortega. Construir la democracia que él goza como ciudadano estadounidense que es, es lo que debería de estar proponiendo, en vez de promover un regreso al pasado.

Mi consejo para Álvaro Somoza es que nos deje en paz y que disfrute de todo ese dinero manchado de sangre y mal habido que aún posee, o que aprenda a convivir con la nueva realidad que tenemos. En mi opinión, Nicaragua pertenece a todos los nicaragüenses y debemos unir nuestros esfuerzos para sacar al dictador de turno Daniel Ortega y establecer un nuevo orden democrático en el país, con un verdadero Estado de derecho, donde exista una verdadera justicia para todos y se sometan a ella tanto somocistas como sandinistas para lograr la reparación y evitar la repetición de lo ocurrido en el pasado.

Lo invito a que sea parte de la reconstrucción de Nicaragua, algo que su familia, abuelo, padre y tío nunca hicieron y que más bien fueron parte de la destrucción.

*El autor es presidente de Hagamos Democracia Nic Cr.