Salud y Vida · 26/12/2022

Trabajadores de limpieza en las en unidades de salud y su importancia

Dr. Leonel Arguello Yrigoyen, médico especialista en Epidemiología.

Las y los trabajadores de salud que se encargan de la limpieza en las unidades de salud, están invisibilizados a pesar de la importancia que tienen al en asegurar no solo la higiene en las unidades hospitalarias, centros y puestos de salud, sino también su contribución para evitar infecciones, que pueden adquirirse dentro de las instalaciones, a través de pacientes, visitantes o del personal de salud.

Es necesario recordar que la técnica de la limpieza debe ser de lo más limpio a lo más sucio, de arriba hacia abajo, desde adentro hacia afuera y recordar que para cada área debe haber un utensilio de limpieza como el lampazo o trapeador diferente, a fin de evitar que los microorganismos que producen enfermedades pasen de un lugar a otro.  El carro de limpieza debe quedar en el pasillo, nunca introducirlo a las habitaciones. Todo trabajador de salud, incluyendo los pacientes y visitantes, pueden servir como transmisores de bacterias, virus, hongos de un lugar a otro, de ahí la gran importancia de una educación a todos ellos, en la prevención de este acarreo de agentes microscópicos o no visibles, que son potenciales causas de infección, principalmente con el lavado de manos con agua y jabón por más de 40 segundos o la utilización de alcohol gel al 70%

A esta altura creo que ya nos queda claro varios aspectos, que no se barre, pues levantan polvo y dispersan agentes infecciosos, perjudicando la calidad del aire, por eso se usan lampazos y trapos húmedos o barrido húmedo, impregnados con soluciones de limpieza o con desinfectantes certificados, previamente demostrado en el laboratorio que funciona en el hospital, al no ser resistente los agentes infecciosos presentes en dicho medio. 

No podemos olvidar la adecuada limpieza de los muebles, camas y equipos que se utilizan con los pacientes, siendo posiblemente el porta suero, el que más usted recuerde.

Pueden existir tres tipos de errores en la limpieza hospitalaria: el primero, no formar, capacitar y/o actualizar al personal de limpieza y especialmente contribuir a generar la conciencia que los microorganismos no son visibles y que su rol es uno de los más importantes en el hospital y cómo su trabajo salva vidas. Normalmente son personas que viven en piso de tierra o ladrillos y les cuesta ver la suciedad en los hospitales, la pueden tener enfrente y no la ven, por lo tanto, es necesario desarrollar estas habilidades de observación y actuación con una debida y rigurosa inspección por parte de un supervisor. 

El segundo problema es la ausencia de un protocolo o paso a paso para la limpieza que tienen en cuenta cada una de las superficies y el nivel de riesgo de las áreas que se van a higienizar. 

Generalmente se limpia una vez al día en zonas de bajo riesgo, en aquellas de mediano y alto riesgo tres veces al día y una limpieza adicional más profunda cuando un paciente recibe su alta o salida del hospital. 

No es lo mismo limpiar que desinfectar, la limpieza constituye el primer paso y se realiza con agua, jabón y detergente, posteriormente se procede a la desinfección de áreas de riesgo medio y alto utilizando productos estandarizados. Nunca mezclar productos de desinfección, reutilizar envases vacíos y rellenar con otros productos, realizar mezclas con cantidad inadecuadas, manipular desinfectantes sin medidas de seguridad y almacenar juntos productos incompatibles. En el caso de los residuos peligrosos debemos centrar nuestra atención en su transporte seguro, en contenedores específicos e impermeables. 

El tercer error, es la falta de control de calidad de los productos utilizados para la desinfección, cuya base es el alcohol o cloro, siempre se debe estar vigilando si siguen siendo efectivos contra los microrganismos presentes, pues esto ahorra gastos innecesarios y se evita infecciones que afectan financieramente a la institución y al paciente, al cual su estado emocional y físico se perjudica.

Prevenir infecciones que se adquieren dentro del hospital es fundamental, por lo tanto, dar su lugar al personal de limpieza es el primero paso, su capacitación, actualización, adaptación a las nuevas tecnologías de limpieza, actitud discreta hacia los pacientes y supervisión continua, para desarrollar su trabajo  eficazmente, mejorar su salud y evitar que se enfermen, al dotarlos de equipos de protección personal, al  menos bata, mascarilla, cubre zapatos y guantes largos de limpieza, asignarles un salario mayor, entre otros beneficios es necesario.

Por todo lo anterior, visibilizar al personal de limpieza de las unidades de salud, reconocer su aporte y darle las gracias siempre, es importante.