Opinión / Ensayos · 16/03/2021

Zancudo elegante [primera entrega]

*Por Fernando Bárcenas | Tomado de Revista Abril

Un zancudo elegante, según parece, es un incaísta que piensa en el interés nacional, pero, por sugerencia de un ex presidente gringo, desde el puesto de embajador de Ortega. En cambio, el opositor que es un simple diputado colaboracionista sin mandato norteamericano, aunque diga también que piensa en el interés nacional, no será elegante. Se trata de una jerga en desarrollo con el orteguismo. Un lenguaje producto de la mezcla del zancudismo tradicional con la mentalidad del cogobierno corporativo. Posiblemente, en este sector colaboracionista el corporativismo del COSEP sea visto como zancudismo científico, ya que las exoneraciones y privilegios salvaguardan la economía. Es un argot de iniciados en la política tradicional, un dialecto palaciego en el absolutismo.

Parece que un zancudo elegante es un agente especial norteamericano capaz de impedir que Ortega regresara a las confiscaciones de los años ochenta. Aunque –según dice él mismo- nunca fue recibido por Ortega mientras fue su embajador.

*El autor es ingeniero eléctrico