Destacados / Nacionales · 09/12/2022

Médico forense asegura que huesos hallados dentro de cocodrilo no son del niño nicaragüense Julio Otero

Los huesos y cabellos encontrados dentro del cocodrilo que fue sacrificado en el río Matina, en Costa Rica, no son los del niño nicaragüense Julio Otero de 8 años, quien fue atacado y tragado por uno de esos reptiles el pasado 30 de octubre pasado.

El padre del niño, del mismo nombre, contó al portal Despacho 505 que el pasado martes viajó al Complejo de Ciencias Forenses en San Joaquín de Flores, Heredia, para saber sobre los exámenes que le harían a los huesos y cabellos hallados en el cocodrilo. Pero en el lugar los funcionarios costarricenses le recriminaron por haber llegado sin avisar.

Viaje 100 kilómetros y gaste más de 30 dólares en pasajes, para ir a Heredia y saber si los restos hallados dentro del animal son de mi hijo”, dijo Otero.

Como no le daban respuesta, el hombre pidió hablar con el médico del caso. “¿Cómo voy a venir desde tan lejos a nada?”, les cuestionó.

Vía telefónica le pasaron a un patólogo de apellido Valverde, quien le aseguró que los huesos hallados en el animal supuestamente no son humanos, sino de algún animal. Y que por ello, no hicieron los análisis correspondientes.

Doctor, tenga más cuidado, porque todo el pueblo vio que sí eran los huesitos del niño. Y es un pueblo como de 500 personas. Y sacaron fotografías la gente, que sí eran huesitos humanos”, le respondió don Julio al médico.

Huesos en estómago del cocodrilo de Matina se presumen que serían del menor  atacado – Noticias de la Zona Norte, Costa Rica.
Huesos hallados dentro del cocodrilo

Otero pidió que le sacaran sangre a él y que además le hicieran prueba de ADN a los huesos, pero el médico insistió en que “no hay necesidad de hacerle prueba de ADN a los huesitos, porque no son humanos”.

Al final Valverde le dijo al padre que lo llamara en 15 días para “ver” qué podía hacer.

Don Julio insiste en que los huesos encontrados en el cocodrilo son los de su hijo y espera poder enterrarlos en Matagalpa, Nicaragua.