Opinión / Ensayos · 12/04/2023

Abril

Desde aquel caluroso abril, que pretendió ser la anhelada primavera, y no pudo ser; pero será el referente obligado de nuestros textos de historia, de nuestros más profundos análisis de una realidad que hemos soñado con no volver a reeditar, de nuestros relatos a los más jóvenes para que no destiñan sus coloridos sueños, de nuestra inscripción en el oscuro libro de la memoria que, aunque signifique el más violento, el más sangriento de los episodios de nuestra convulsa realidad, seguirá siendo abril; el abril que no permite el naufragio del incólume navío, que dirigido por los sátrapas erigidos en la nebulosa de la voracidad, la infamia y el crimen, pretenden conducirnos a las oscuras aguas del odio, la destrucción y la renuncia a la felicidad, sellada con la más sublime de las ofrendas que un ser humano puede dar: su vida. Por quienes dieron la mejor muestra de valor, y que al final derramaron su sangre, con la única idea de alertarnos sobre el más grande de los compromisos: luchar por la libertad, la libertad sin banderas, la libertad que redima el más límpido atavismo al que hemos fallado, bajo el asedio de la zalamera promesa del impúdico discurso de los hoy convertidos en oligarcas, estafadores, narcotraficantes y asesinos de indígenas.

Las mentiras oficiales y oficiosas del día a día, hacen que la sociedad respire asistidamente; es el conjuro global, que promete libertad y democracia, pero que nunca aclaró de manera sustantiva, para quiénes construía ese anhelo colectivo, o más bien construyó libertad y democracia en abundancia, pero para unos pocos voraces y manipuladores que conocen el mercado, que especulan con el capital; son los nuevos bucaneros que sin el menor reparo despojan del futuro a una sociedad entera. Pero nosotros, seguimos a la espera, en el más acuciante silencio, en la acción encubierta de la conspiración colectiva, en el callado grito de repudio a la represión y la ignominia, seguros del derrumbe temprano de la Babel de barro que los aplastará bajo su propio peso. Abril será por siempre el detonante inevitable de la paz, la esperanza y el triunfo de la libertad. Honor y gloria a nuestros hermanos caídos en abril.

Ezequiel Molina

Abril 12, 2023.