El 1° de marzo pasado, la dictadura de Daniel Ortega acusó a Alemania de violar la Convención sobre el genocidio al apoyar a Israel, y en pocos días presentará su caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya.
La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, conocida como Convención sobre el genocidio, es una de muchas herramientas del derecho internacional creadas en respuesta al Holocausto, el exterminio sistemático de seis millones de judíos europeos en el siglo XX.
Con el acuerdo de 1948, se espera evitar otros genocidios. Tanto Alemania como Israel y Nicaragua son tres de los 150 países signatarios de la convención. Tienen la responsabilidad legal de acatar sus disposiciones, pero también pueden acusar formalmente a un signatario por violar la convención.
Esto fue lo que hizo la dictadura Ortega-Murillo, cuando demandó a Alemania ante la Corte Internacional de Justicia, al alegar que el Gobierno en Berlín no cumplió su obligación de prevenir el presunto genocidio que se estaría cometiendo en contra del pueblo palestino.
El régimen pide que la Corte implemente “medidas cautelares” en contra de Alemania, obligándola a suspender su apoyo a Israel, sobre todo el apoyo militar, incluido el envío de armamento.
Definición de genocidio
Desde el ataque terrorista de Hamás contra Israel, el pasado siete de octubre, que dejó cerca de 1.200 muertos, Israel ha bombardeado y cercado la Franja de Gaza. Según la autoridad sanitaria liderada por Hamás, más de 32.000 palestinos han sido asesinados en la ofensiva israelí, esto equivale a más de un 1,5 por ciento de la población.
Alemania ha defendido abiertamente a Israel, que rechaza estas acusaciones, y niega cualquier comportamiento ilícito propio.
“Valoramos a la CIJ y, desde luego, participaremos en el proceso y nos defenderemos”, dijo Christian Wagner, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania. “Pero queremos dejar muy claro que rechazamos las acusaciones de Nicaragua”, agregó.
Para ganar su caso, la dictadura Ortega-Murillo deberá superar “serios obstáculos”, cree Michael Becker, del Trinity College, en Dublín.
Uno será acusar a Israel de cometer un genocidio sin que este país participe directamente en el proceso, explica al medio alemán DW el experto en derecho internacional.
Además, para obtener un fallo en contra de Alemania, el régimen probablemente deberá demostrar que algunas obligaciones de Alemania no dependen de si Israel ha violado el derecho internacional, sino de si existe un riesgo serio de que lo haga, prosigue Becker.
Si bien cada signatario de la convención tiene el mismo derecho de presentarse ante la CIJ, Nicaragua con Ortega y Murillo en el poder, no tiene las mejores cartas ante la opinión pública.
Nicaragua “es una dictadura”
“Claramente es una dictadura”, sostiene Sophia Hoffmann, de la Universidad de Erfurt. En opinión de la experta en relaciones internacionales, Sudáfrica, por ejemplo, goza de mayor credibilidad que Nicaragua por tratarse de una democracia y por haber desmantelado exitosamente el sistema del apartheid.
Sin embargo, Hoffmann destaca que “las reglas son para todos” y que Alemania, por un lado, apoya el derecho internacional, por ejemplo, denunciado la guerra en Ucrania, pero, por otro, “se hace un poco de la vista gorda respecto a importantes aliados políticos”.
Si bien Alemania no es el único aliado de Israel, sí es uno de los más estrechos. Entre 2019 y 2023 fue el mayor proveedor de armas de Israel, detrás de EE. UU., responsable de un 30 por ciento de las importaciones de material militar, según el instituto de investigación de conflictos SIPRI.
El 8 y 9 de abril, Nicaragua y Alemania presentarán sus argumentos ante la Corte Internacional de Justicia.
*Con DW