La dictadura de Daniel Ortega demandó este viernes a Alemania ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por presuntamente “facilitar la comisión de genocidio”durante la guerra de Israel contra el grupo islamista Hamás.
La CIJ informó mediante una nota de prensa que, el dictador en Nicaragua presentó la demanda ante la CIJ contra Alemania por “violaciones a la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, y a los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos Adicionales”.
La Corte señaló que el régimen de Ortega “afirma que ‘cada una de las Partes Contratantes en la Convención sobre el Genocidio a un deber bajo la Convención de hacer todo lo posible para prevenir la comisión de genocidio’ y que, desde octubre de 2023, existe un riesgo reconocido de genocidio contra el pueblo palestino, dirigida en primer lugar contra la población de la Franja de Gaza”.
“Nicaragua argumenta que al proporcionar apoyo político, financiero y militar a Israel y desfinanciando el Socorro y la asistencia de las Naciones Unidas Agencia de Obras Públicas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA), ‘Alemania está facilitando la comisión de genocidio y, en todo caso, ha incumplido su obligación de hacer todo lo posible para prevenir la comisión de genocidio’”, reza el documento.
La solicitud de Ortega también contiene una petición de “medidas provisionales, de conformidad con al artículo 41 del Estatuto de la Corte y a los artículos 73, 74 y 75 del Reglamento de la Corte”.
En ese sentido, el régimen “solicita a la Corte que indique medidas provisionales con extrema urgencia, en espera de la determinación de la Corte sobre el fondo del caso, con respecto a la «participación de Alemania en el genocidio plausible en curso e infracciones graves del derecho internacional humanitario y otras normas imperativas del derecho internacional general que ocurren en la Franja de Gaza”.
En un comunicado, el régimen apunta que “Alemania es perfectamente consciente del impacto mortal que significa en términos prácticos su decisión de recortar la financiación al UNRWA, que equivale al castigo colectivo de millones de palestinos, en particular de los habitantes de Gaza, ya que estarán condenados a la hambruna, la inanición y las enfermedades si la UNRWA detiene su operaciones”.