Nacionales / Salud y Vida · 22/07/2020

Baja afluencia en la reanudación de clases en Nicaragua por el COVID-19

La Unidad Sindical Magisterial (USM) reportó una baja asistencia escolar en la reanudación de las clases en Nicaragua tras dos semanas de receso por las vacaciones semestrales.

La asistencia escolar fue de un 4% hasta un 40% en los diferentes colegios del país, debido a la pandemia del COVID-19, dijo a la agencia EFE la presidenta de la USM, Lesbia Rodríguez.

El Ministerio de Educación (MINED) esperaba que 1,2 millones de estudiantes de preescolar, primaria y secundaria acudieran de forma masiva a las escuelas, no obstante, la merma de jóvenes fue notable en las calles y escuelas de las diferentes ciudades de Nicaragua.

Los estudiantes que sí se presentaron a las escuelas, en su mayoría portaban mascarillas, un atuendo que cada vez se usa con mayor frecuencia en Nicaragua.

El asesor presidencial para temas de Educación, Salvador Vanegas, afirmó que las escuelas cuentan con las medidas higiénicas necesarias para evitar la propagación de la pandemia, aunque no precisó el porcentaje de asistencia escolar.

“Se está iniciando la atención educativa orientada hacia el aprendizaje. Estamos recibiendo a los niños, a las niñas, jóvenes y adolescentes con estrictas medidas de cuido y protección de la salud, tanto para los docentes como para los estudiantes”, aseguró el funcionario, a través de medios oficialistas.

“¿PERDER EL AÑO ESCOLAR O LA VIDA?”

La escasez de alumnos en las escuelas facilitó que los que sí asistieron a clases pudieran hacerlo con distanciamiento social, según se observó en las imágenes mostradas por medios oficialistas, únicos con acceso a edificios estatales.

La ausencia de estudiantes había sido promovida por grupos opositores, quienes temen que los niños se contagien con el coronavirus, o propaguen la enfermedad, en las escuelas o en los autobuses.

Miembros de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco llamaron a los padres de familia a no enviar a sus hijos a las escuelas, con el argumento de que “es mejor perder clase que perder la vida”.

Diversos opositores criticaron que, mientras los estudiantes son obligados por las autoridades de Nicaragua a ir a la escuela, el dictador Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, realizan una cuarentena voluntaria para no adquirir el patógeno.

Datos de la USM indican que al menos 34 maestros han muerto por el COVID-19.

Actualmente Nicaragua cuenta con más de 45.000 docentes, unas 10.000 escuelas y 1,2 millones de estudiantes en niveles básicos y bachillerato.

Según cálculos de la USM, desde la llegada de la pandemia a Nicaragua, en marzo pasado, la cantidad de estudiantes que asisten a las escuelas ronda entre un 10% y un 20%.

*Con información de EFE