Esta semana, la Asamblea Nacional de Nicaragua controlada por el orteguismo “convocó” al dictador Daniel Ortega y a sus diputados de facto presentar a candidatos para reemplazar a la Fiscal General de la República y el Fiscal Adjunto, Ana Julia Guido y Julio González, respectivamente.
La noticia sorprendió, ya que Guido lleva en el puesto nueve años y es calificada como “leal” a la dictadura de Ortega, por lo que surge la pregunta de por qué se da este cambio, ¿habrá caído en desgracia la exguerrillera?
Según una fuente judicial de todo crédito, consultada por La Mesa Redonda, con la llegada de Ana Julia Guido al Misterio Público, esta institución “perdió profesionalismo en virtud de que los Fiscales que por años concursaron para el cargo renunciaron por las condiciones de trabajo de ella”.
No obstante, el informante asegura que la “caída” de Guido se debe a que esta “trató de defender a su principal operador Douglas Vargas, quien tuvo roces con el operador político Fidel Moreno (Secretario político de la Alcaldía de Managua), lo que le costó el puesto” y que “con la caída de (Néstor) Moncada ella pierde fuerza”.
Vargas, es Inspector General de la República y depende directamente del Fiscal General de la República, en este caso Guido.
A esto se suma que, los hijos de Guido forman parte del control que esta tiene sobre el Ministerio Público.
“Su hijo Camilo es quien maneja la institución a su antojo, haciendo negocios que son del conocimiento de toda las instituciones. Su hija Valeria es la jefa de despacho, quien coordina la agenda e influye en decisiones”, asevera el informante.
Otro hijo de Guido es Tomas Lanuza Guido, quien es asesor del magistrado Marvin Aguilar, vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). “Tomas es el encargado de ver, darle seguimiento a los casos de los presos políticos que la Fiscalía acusa, se encarga de gestionar que los jueces cumplan las órdenes de la Fiscalía”, afirmó la fuente.
Hay otra versión obtenida por el periodista Wilfredo Miranda del diario EL PAÍS. Según un reporte periodístico, lejos de ser una destitución programada de Guido, fuentes allegadas al partido sandinista indicaron que más bien se trata de un “reacomodo” de los Ortega-Murillo y que Guido sería enviada a la CSJ.
Según el reporte, el eventual retiro de Guido de la Fiscalía es interpretado en el aparato judicial sandinista como “un premio” para ella.
“No creo que la decisión sea descontento con ella, sino al revés. Hay que recordar que en este momento la Corte Suprema de Justicia tiene vacantes; solo tiene a 10 de sus 16 magistrados. Entonces, hay que esperar las propuestas que hagan para ocupar la Fiscalía, pero si no la dejan a ella en el Ministerio Público, es que va para la Corte después”, refiere la fuente judicial de EL PAÍS.
Las fuentes argumentaron que hay antecedentes de ese tipo de movimientos, pues en el 2014, el inspector general de la Fiscalía, Armando Juárez, fue nombrado magistrado de la Corte Suprema de Justicia; y que al igual que Guido, Juárez es “sandinista acérrimo y fiel ejecutor de los Ortega-Murillo”.
Ana Julia Guido está sancionada por Estados Unidos, la Unión Europea, Suiza y Canadá, por coordinar la realización de más de 700 acusaciones a manifestantes que protestaron en contra del régimen orteguista en 2018, por contribuir al continuo deterioro de los derechos humanos, la democracia y el Estado de derecho en Nicaragua.