Destacados / Nacionales · 25/04/2024

Costa Rica dispuesta a “mediar” entre Nicaragua y Panamá por tensión diplomática

El ministro de Exteriores costarricense, Arnoldo André Tinoco, dijo este jueves que su país estaría dispuesto a “mediar” entre Nicaragua y Panamá por la tensión diplomática derivada del asilo otorgado por la dictadura de Daniel Ortega al expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014).

El pasado 22 de abril el Gobierno de Panamá llamó a consultas a su embajador en Nicaragua ante la violación “flagrante y reiterada” del derecho internacional por parte de la representación diplomática nicaragüense al permitir al expresidente panameño Ricardo Martinelli, asilado allí, desplegar “acciones político-partidistas”.

Tinoco admitió al medio Europa Press que la situación “ha tensado las relaciones en Centroamérica”.

El canciller tico aboga por resolver este tipo de disputas “de forma pacífica”, por lo que llamó al régimen nicaragüense y autoridades panameñas a dialogar de forma directa o “por medio de un tercero”.

Interrogado por la posibilidad de que Costa Rica sea este tercero, el canciller tiende la mano: “Por supuesto, si las partes nos buscan, estaríamos en mayor disposición de mediar”.

“DOS NICARAGUAS”

Sobre la relación de Costa Rica con Nicaragua, el canciller declaró: “Somos dos países fronterizos y siempre seremos países fronterizos”, dando a entender que están obligados a entenderse.

Para Tinoco existen “dos Nicaraguas”, la del país vecino y la que está dentro de Costa Rica, donde residen alrededor de un millón de nicaragüenses, entre ellos exiliados políticos.

Aseguró que en la frontera, la relación es “buena”, ya que de ella depende que haya un tráfico fluido de personas y bienes, pero en el ámbito político a San José “le preocupa” las “violaciones graves y constantes de Derechos Humanos” en Nicaragua.

En este sentido, califica de “preocupante” la situación de los presos políticos y resalta la “acción humanitaria” promovida desde España para otorgar la nacionalidad a todos aquellos disidentes desterrados por el régimen de Daniel Ortega.

Abogamos junto con otros países y a nivel de organismos internacionales porque esta situación pueda mejorar”, anotó.

A esta preocupación se suma, además, las relaciones de Nicaragua con países como Rusia e Irán, dos potencias que, en su opinión, pueden representar “un factor de desestabilización” en toda la región.

El ministro también destacó que “unos 300 nicaragüenses” han llegado ya a España gracias a un programa migratorio que ha sido “relativamente exitoso”.