Opinión / Ensayos · 21/06/2021

Cuando leía a Orwell en Colombia

*Por George Franklin

Mientras cuidabas a tu padre en el hogar geriátrico, yo a la sombra
Sentado, a veces saludaba con la cabeza a residentes y enfermeras
Y observaba a los gansos blancos chapotear en un estanque.

Estábamos al sur de Cali, en las afueras, cerca de verdes prados
Con fincas detrás de muros blancos, ganados que pastaban, jinetes
Que ejercitaban caballos; al lado de la carretera, familias que habían

Cruzado las montañas desde Venezuela y se dirigían al sur, niños
Con morrales pequeños, azules y rosados, como si hubieran salido
A un día de excursión, que podría durar el resto de la vida.

Algunos dormían.  Otros, hombres adultos, pedían pesos
O vendían agua en botella, o bebidas energéticas.  Algo me bullía
En la cabeza, pero la idea nunca se convirtió en palabras. 

“Esto no podrá durar siempre”.  Toda mi vida he tenido suerte.
Nunca tuve que dejar mi país y empezar de nuevo, sin los libros
De mi abuelo, las pinturas de mi familia, los jarrones chinos.

Me preguntas si tu apartamento es caótico.  Me rio y digo que no,
Y cada vez que estoy ahí pienso cómo has reunido todo
A partir de casi nada, cuánto importa cada libro, cada fotografía.

Dices en broma que cuando viniste aquí extrañabas las huelgas.
“Ocurrían todo el tiempo”.  Ahora hay barricadas de un lado a otro
De las carreteras entre Cali y Pance, no hechas de madera,

Como en “Los miserables”, sino barricadas de verdad, hechas por gente
Con experiencia, vigas de metal corrugado, reforzadas y acopladas, 
Algo diseñado por ingenieros.  Leí Homenaje a Cataluña, pero

No le puse atención, no lo entendí: todo tiene consecuencias,
Una insurrección en Washington o una huelga general en Colombia.
Alguien en YouTube dice que la policía espera la noche, luego dispara

A cada sombra, y un amigo escribe desde Pereira que los paramilitares
Amenazan de muerte a los médicos que tratan a los manifestantes. 
A él también lo amenazaron de muerte.  No podemos hacer  

Otra cosa que enviar mensajes de texto, emails.  Decimos,
“No te expongas”.  “Ten cuidado”.  Pero eso no significa mucho.
El mundo no está tan bien montado como esas barricadas en Cali.

Los gobiernos están hechos de vidrio y cuerda, cauchos y
Montones de papel.  En Cali, la estación de policía me recordaba
Un enorme bloque de cemento, una reliquia de la guerra civil, guardias

Con armas automáticas, pero eso es una fachada.  Tu hermana en Pance
Escribe que sólo tiene comida para una semana.  En Barcelona
Los partidos de izquierda hicieron el trabajo de Franco; se disparaban

Entre ellos, declarando a los demás colaboradores y criminales.
Orwell escapó a Francia y regresó a Inglaterra.  La república cayó.
Desde aquí en Miami, leo que una nueva ola de protestas

Va a comenzar pronto en Cali, que el corredor humanitario
Se ha cerrado.  No sabemos quién está a salvo y quién no.
Hace dos años, estaba leyendo a Orwell en Colombia.

*11 de mayo de 2021