Destacados / Nacionales · 27/03/2024

Dictadura utiliza a más de 4.000 policías para “intimidar” a laicos y sacerdotes en esta Semana Santa

La abogada e investigadora nicaragüense Martha Patricia Molina denunció que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, dispuso a más de 4.000 policías para “intimidar” a laicos y sacerdotes en esta Semana Santa en Nicaragua.

La Semana Santa 2024 inició con prohibiciones, asedios e intimidaciones por parte de la dictadura de Daniel Ortega y su mujer, quienes utilizan a los agentes de la Policía Nacional para cometer ilegalidades en contra de la Iglesia Católica de Nicaragua”, dijo Molina al medio católico ACI Prensa.

La policía es una institución que está sometida ilegalmente a los caprichos y arbitrariedades de la pareja presidencial. (El) Domingo de Ramos, se usaron a más de 4.000 policías para vigilar, tomar fotos y videos a laicos y sacerdotes para intimidar a quienes asistían a las parroquias y evitar que las procesiones con Jesús del Triunfo salieran a las calles”, denunció.

Desde 2023, la dictadura de Ortega y Murillo ha prohibido que las procesiones católicas se realicen en las calles.

Molina precisó que, entre Cuaresma y Semana Santa, serán en total 4.800 procesiones prohibidas en toda Nicaragua.

Entre las diversas acciones del régimen en esta Semana Santa, Molina detalló que el 24 de marzo “la Alcaldía de León junto a la Policía Nacional se colocaron en la calle norte del Santuario San Francisco para construir toldos y regalar chicha (bebida típica) en honor a San Benito, un santo amado y venerado por el pueblo leonés”.

La magna procesión que se celebra todos los lunes santos fue prohibida por la dictadura sandinista. La dictadura ordenó que regalaran chicha para evitar que los visitantes asistan donde los promesantes que si la regalan con fervor y para pagar promesas al santo”, lamentó.

“Por un lado prohíben las actividades religiosas de la iglesia y por el otro los dictadores organizan sus propias actividades que nada tiene que ver con la fe verdadera del pueblo”, alertó la investigadora.

En su cuenta de la red social X, Molina escribió sobre la dictadura: “Que Dios les perdone tanta maldad y que les conceda el arrepentimiento por todo el daño que hacen. San Benito no salió, quedó en la puerta del perdón, lado interno del templo. Pero, nadie ni nada secuestró la fe del pueblo”.

Molina también denunció que el sábado 23 marzo, el Comisionado Fidel Domínguez llegó en “un tono altivo y desafiante” a una misa en la Catedral de León, se sentó en la segunda banca donde “quedó inmóvil. Ni para dar la Paz se movió”.

Unos dicen que llegó a escuchar la homilía del obispo. El obispo al finalizar la misa se limitó a decir que la procesión del domingo de Ramos sería del atrio al altar mayor sin mencionar que fue el propio Domínguez que en días anteriores le prohibió toda procesión por órdenes de la pareja dictatorial. Ojalá que el señor Domínguez le diga a sus amos Ortega-Murillo que la gente llega a misa a rezar y a pedir a Dios, nadie con la intención de destruir lo que ellos llaman revolución”, escribió Molina.