Opinión / Ensayos · 16/02/2024

El Cheque en blanco de Nayib

José Alberto Montoya

¿Cuáles son las consecuencias de un cheque en blanco? verdaderamente no se pueden negar los datos, la información que se extrae de la data se puede interpretar pero no alterar, en ese sentido es importante reconocer que El Salvador desde la llegada al poder del Presidente Nayib Bukele ha moderado sus tasas de inseguridad, ha manifestado un constante crecimiento económico e inversión privada, y lo más importante de la ecuación, el gobierno de Nuevas Ideas le ha permitido a la población salvadoreña reconstruir sus convivencias tras la guerra que le declaró el Estado al crimen organizado. 

Esa data no se puede negar, pero también hay otra información que no se puede dejar a un lado del análisis y plantearse la pregunta ¿cuánto le costó a El Salvador su democracia? Más de diez años duró el conflicto armado entre el Estado salvadoreño y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), fuerza guerrillera de izquierdas que posterior a los acuerdos de paz se convirtió en partido político; y precisamente, el proceso de pacificación en el que entró Centroamérica, le permitió a ese pequeño país construir las bases de un Estado con memoria histórica, transición democrática y un Estado de Derecho; en pocas palabras, los acuerdos de paz garantizaron que Nayib tuviera la oportunidad de convertirse en presidente.

Después de los acuerdos de paz el país conoció tres gobiernos del partido derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y dos del FMLN, un periodo marcado por convivencia entre el Estado y el crimen organizado representado por las Maras Salvatrucha y Barrio – 18, es decir, las familias salvadoreñas no habían terminado de sanar el duelo del periodo de la guerra que dejó más de 75, 000 víctima mortales; para empezar a vivir el terror desatado por las pandillas. Sin hablar del poco o nulo avance en materia social, tanto en derechos para las mujeres, comunidades indígenas, campesinos, sectores obreros, juventudes y comunidad LGBTIQ+.

En 2019 un disidente del FMLN, forma su propia agrupación política y le presenta a los salvadoreños una alternativa ante el bipartidismo que no sólo no frenó nunca la situaciones de inseguridades, sino que además, propiciaron espacios para escándalos de corrupción que años más tardes dejó a expresidentes en la cárcel, con procesos judiciales abiertos y a los dos de izquierdas, exiliados y naturalizados nicaragüenses, haciéndose cómplices de la dictadura Ortega Murillo.

El panorama que tiene la población de El Salvador es complejo, porque ARENA y el FMLN dejaron de ser una opción política y en comparación a sus gobiernos, Bukele tomó las decisiones que la población quería desde hace tiempo, la pregunta es ¿justificó sus medios con este fin?

En febrero de 2020, cuando todavía la Asamblea Legislativa era opositora, el presidente Bukele irrumpió con militares en el hemiciclo, un acto inédito en ese país que simbólicamente marcaría el legado del bukelismo. La misma noche que las nuevas diputaciones de mayoría oficialista tomaron posesión, destituyeron a la fiscalía de la república y a magistraturas del poder judicial, eliminando la separación de poderes en unas cuantas horas, posteriormente se aprobaron unas series de leyes que parecían copias de las leyes con fines de censura impuestas en Nicaragua. Así como la irrupción en sedes de partidos políticos, medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales; sin agregar la declaración del Estado de excepción que lleva más de un año, junto con la reducción de municipios que se reflejarán en la reducción de las curules en el congreso, medio que facilitaría aún más la toma de decisiones del ejecutivo, en un país donde la aprobación al gobierno actual ronda el 89%, la cifra más alta de aprobación de una gestión en América Latina y el Caribe.

Bukele, no sólo no ha querido avanzar en materia de derechos de las mujeres y comunidades LGBTIQ+, sino que ha implementado políticas de Estado para frenar cualquier intento de la sociedad civil para la conquista de derechos, acción que quedó reflejada con los planteamientos que presentó el Estado salvadoreño ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el caso de Beatriz Delmy, fallecida a las 22 años por negligencia estatal.

Pero ¿por qué existe un Nayib en El Salvador? el resumen es, porque antes existió una ARENA y un FMLN que desanimaron y desilusionaron con corrupción e incapacidad para gobernar a toda una población, llevándola a un abismo de preferir otorgar cheques en blanco a un hombre que les ha garantizado los mínimos que se les fue negado por años.

Hasta el momento, el legado de Nayib Bukele está planteado entre la derogación de la separación de poderes, la guerra contra las pandillas, el conservadurismo, una reelección inconstitucional y la incertidumbre del futuro político de un país con un pasado bélico y de dolor.