Destacados / Opinión / Ensayos · 06/09/2023

El General Julio César Avilés le declaró la guerra al periodismo independiente

*Opinión del periodista Sergio Marín Cornavaca

Estoy obligado a referirme al discurso que pronunció el General del Ejército Julio César Avilés en donde prácticamente le declaró la guerra al periodismo independiente en un ataque totalmente virulento, con gritos, insultos y amenazas. Se refirió a las y los hombres de prensa como ‘mercenarios’, como ‘vividores’ y como ‘golpistas’.

Ese discurso significa un punto de partida, un antes y un después de cómo el general Avilés está implicando al Ejército en contra del periodismo en un discurso que ya ha sido catalogado como un ‘discurso de odio’ contra el periodismo en el exilio. Desafortunado por decir lo menos General. 

Vamos a ir por parte en el análisis de este discurso: 

Para empezar dice que ustedes ‘están al servicio del pueblo’, eso no es verdad, ustedes están al servicio de una dictadura, como institución castrense no están al servicio del pueblo; y yo le voy a dar razones por las cuales no están al servicio del pueblo.

Voy a hablar de las comunidades, de la etnias misquitas y de los mayangnas y aún de los creoles que están siendo desplazados de sus territorios, impulsados por colonos, alentados por fuerzas políticas del Frente Sandinista, y usted con un Batallón Ecológico nombrado ahí para salvaguardar esa región, sencillamente no ha hecho nada.

Usted se empacha en hablar de soberanía, la soberanía no es solamente los Cayos de San Andrés, la isla de San Andrés en este diferendo que nosotros tuvimos con Colombia, no es el patrullaje de aguas marítimas solamente; si la soberanía reside en el pueblo de Nicaragua, usted debe ejercer soberanía en salvaguardar los intereses del pueblo de Nicaragua, esa es su primera mentira.

Vaya, actúe contra los colonos que están enfrentados en una guerra mortal por tierras contra las comunidades indefensas de los misquitos. 

Y debo recordarle que usted era miembro del Ejército Popular Sandinista cuando se realizaron las masacres en Pantasma, cuando se realizaron las masacres y el genocidio en la Costa Caribe de Nicaragua, eso no se debe olvidar General. Usted está hablando con mentira, usted es un mentiroso.

Ustedes no están al servicio del pueblo como lo dijo, usted está al servicio de la peor dictadura que ha tenido el pueblo de Nicaragua, que es la dictadura Ortega-Murillo.

Usted habla de mentiras que nosotros los medios de comunicación hacemos, demuéstrenos General que nosotros somos mentirosos, díganos a cuánto asciende su fortuna y dónde están sus propiedades, y así hable y transparente esa relación frente al pueblo de Nicaragua que usted dice que sirven y que además lo respalda, enséñanos las cuentas, transparente las cuentas.

Los medios de comunicación nos debemos precisamente a una contraloría social permanente, para evaluar que los funcionarios públicos, y usted es un funcionario público porque se paga de los recursos que el pueblo de Nicaragua otorga vía impuestos, usted se debe a ese pueblo de Nicaragua en transparencia y en rendición de cuentas.

Desmiéntanos, yo lo reto a que nos desmienta. Desmienta la investigación realizada por Confidencial presentada hace tres días donde dice que ustedes los Generales han impedido el ascenso efectivo que por orden militar deberían hacerse en funcionarios y en militares de menor graduación, que tienen todo el derecho de ascender en su grado jerárquico superior.

Usted habla de agresiones (al referirse realmente a las sanciones que se les han impuesto) y los personaliza: “agresiones”. No, debo decir que las sanciones del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos han sido a personas y han sido precisamente porque ellos consideraron que ustedes reprimieron y desmantelaron las instituciones democráticas de Nicaragua. Son ellos los que le han impuesto sanciones individuales, no a la institución.

Pero si debido a esa actuación por decir lo menos displicente, tal vez cómplice que ustedes han tenido en contra del pueblo de Nicaragua, se hace necesario en efecto, salir de ustedes; y por lo tanto es importante que el pueblo de Nicaragua en todo su conjunto y en todas sus organizaciones pida más sanciones frente a ustedes, porque ustedes en el discurso de anoche nos demostraron que están completamente al servicio de la dictadura.

Usted se refirió General en su discurso a hablar de ‘dignidad’ y ‘honor’, vamos a hablar de dignidad, dignidad de una persona es lo que tiene que ver con el comportamiento en su responsabilidad, en su seriedad y en su respeto a sí mismo. Usted y su Ejército no son eso General, usted se ha irrespetado desde que usted se prestó como institución a otorgar armas de guerra para asesinar a jóvenes estudiantes, que su único pecado fue salir a protestar ejerciendo su derecho constitucional.

Usted prestó dragunov para que desde los edificios más altos de Managua se asentaran disparos hacia la cabeza de las víctimas que eran estudiantes.

En la Divina Misericordia, paramilitares que desalojaron a los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma y fueron obligados a permanecer más de 18 horas en la iglesia de la Divina Misericordia, se registraron dos muertes. ¿Quién es el responsable de esas muertes General? Ustedes, los únicos que estaban armados, ustedes en complicidad, ustedes brindándole información e inteligencia a la Policía y a los órganos élites de la Policía como la DOEP.

Usted habla de ‘honor’, qué honor puede haber, si el honor significa cualidad moral que impulsa a una persona a actuar rectamente, cumpliendo su deber y de acuerdo con la moral, eso implica coherencia entre lo que se debe hacer y lo que se hace, y usted no ha hecho su trabajo.

Usted habla de ‘golpistas’, pero dónde estaba usted General cuando Daniel Ortega le dio un golpe constitucional al Estado de Nicaragua, violentando todo procedimiento y toda norma para quitar un candado que se había establecido de no reelección. Usted se quedó callado en ese momento, usted era de la cúpula militar y no dijo absolutamente nada.

Nos trata de ‘vividores’ y de ‘mercenarios’, mercenario es el soldado que lucha a cambio de dinero o de un favor sin motivaciones ideológicas. Yo podría decir que usted es el mercenario, usted el que ha desvirtuado su institución para convertirla en mercaderes, compitiendo deslealmente contra empresarios probos de la pequeña y mediana empresa.

Ustedes se han hecho ricos a partir del latrocinio que le han hecho al pueblo de Nicaragua. 

Usted está desinformando el pueblo de Nicaragua, General, y lo está haciendo con mentiras, usted habla de ‘combatividad, dignidad y valor’, porque supuestamente son ‘la continuidad del Ejército defensor de la soberanía nacional’; pero ustedes con su actuación, tratando de emular, enlodan la memoria de esos héroes, de esos miles de patriotas campesinos que apoyaron la gesta heroica del General Sandino. Ustedes son todo lo contrario a esos hombres, ustedes ensucian constantemente la memoria de luchadores que estuvieron a la par del General Sandino.

Yo quiero llamar su consideración hacia ese discurso de odio que usted pronunció anoche, usted es un ser abyecto, eso lo ha venido demostrando a lo largo de los años. 

Usted es un verdadero abyecto del régimen Ortega Murillo, usted no tiene honor, usted no tiene carácter, usted no tiene dignidad para criticar a los periodistas que estamos en el exilio precisamente porque usted decidió ser cómplice y ejecutor también de esta masacre estudiantil que hubo en Nicaragua en el año 2018. Ahora cierra fila porque ustedes se han enriquecido.

Nos llaman mentirosos, pero deje de hacer el discurso y póngase frente a las cámaras de televisión a decirnos con transparencia cuáles son los recursos que tiene el Ejército, de qué vive el Ejército. Usted es un funcionario público y se debe al pueblo de Nicaragua, pero usted no actúa así, usted está siendo un cancerbero del régimen de Daniel Ortega. 

Ese discurso de ayer 4 de septiembre, va a pasar a la historia de Nicaragua donde un indigno representante de un Ejército que debe ser abolido en Nicaragua, trató de echarle el lodo al valiente periodismo independiente.

No somos mercenarios, vivimos en crisis permanente. No somos mentirosos, porque nosotros tratamos y demostramos con hechos lo que ustedes vienen haciendo.

Respete la memoria de los muertos, General, respete la memoria de los muertos, ya Nicaragua tiene suficiente dolor. Nosotros en este programa hemos dicho que, si hubo policías muertos, los responsables de sus crímenes deben ser juzgados; pero usted se ha quedado callado frente al dolor de más de 300 madres nicaragüenses, usted calla mientras tres jóvenes universitarias fueron secuestradas por la Policía, precisamente en el cierre de la Universidad Centroamericana.

Usted calla como jefe del Ejército frente a la crisis que vive Nicaragua, con el desmantelamiento de la institucionalidad, con el desmantelamiento de la sociedad civil, con las múltiples agresiones que está recibiendo por parte del Estado de Nicaragua la Iglesia Católica. Usted se queda callado y no aborda esos problemas. Usted se queda callado frente a las masacres que vienen realizando en la Costa Caribe de Nicaragua.

Usted no tiene autoridad moral para dirigirse –en los términos que lo hizo– al periodismo digno de Nicaragua que siempre ha sabido descubrir los chanchullos que todopoderoso ha venido ejecutando, sean somocistas, o sean sandinistas, o sean orteguistas, o sean liberales. Nosotros no vemos signos ideológicos, vemos corruptos y corrupción.

De la cara, yo lo reto a que usted transparente las cuentas del Ejército, responda todas las acusaciones y todas las denuncias que hay en torno a la implicación del Ejército en las masacres del contexto del conflicto del año 2018 y de los años subsiguientes; eso es lo que debería de hacer, no alentar más odio del que ya existe producto de las malas actuaciones de malos hijos de Nicaragua como usted.

Ojalá, esa cúpula militar todavía pueda reflexionar sobre todo lo que han hecho en Nicaragua.

Este es un momento sumamente doloroso, creo que debemos cerrar filas frente a estas agresiones verbales que en el caso del Ejército han pasado a la práctica. Este discurso puede traer consecuencias nefastas y funestas para muchísimas familias nicaragüenses. Basta recordar las mochilas bombas, basta recordar el crimen del esposo y de dos de los hijos de la señora Elea Valle.

Basta recordar la forma en que el Ejército ejecutó a los jefes de la Contra, basta recordar todas las agresiones que el Ejército ha venido haciendo en contra del pueblo de Nicaragua.

El periodismo se siente amenazado por este discurso, y en lo personal, yo hago responsable de cualquier agresión física a cualquier periodista de la cúpula militar desde su escalafón más alto que son Daniel Ortega y Rosario Murillo. Que caiga sobre ellos la condena mundial sobre los futuros atentados que esta gente pueda realizar en contra de los periodistas, de las periodistas que estamos dignamente realizando nuestro trabajo.