Opinión / Ensayos · 05/02/2021

Vuelta al pasado. Esa parece ser la apuesta

El zancudismo científico es el mismo zancudismo vulgar, tradicional, que ha mutado, solapándose con un nuevo ropaje de tecnicismo, disimulado con teorías económicas para justificar su apego al poder, y vivir a expensas del Estado dictatorial o totalitario para satisfacer sus necesidades propias, independientemente de las circunstancias del país en que la mayoría de los ciudadanos sufren las consecuencias de la dictadura a costa de enormes sacrificios, incluso el de su propia sangre en las ergástulas de la dictadura o bajo la infame represión. Los profesores contratados por un sector del gran capital les han convencido de que para sus intereses muy particulares no conviene que Daniel Ortega deje el poder en enero del 2022.

La consigna es que Ortega debe ganar las elecciones de noviembre de 2021 y esa instrucción, la han bajado a las organizaciones políticas relacionadas con esos intereses; argumentando que Ortega tiene tanto poder acumulado, militar, policial, paramilitar, militantes y recursos económicos enormes, en los bancos y fuera de los bancos y se ha apoderado de tantos sectores económicos estratégicos para el buen funcionamiento del país; y que en caso de ser derrotado por la -oposición unida-, primero tratará de no entregar el poder y segundo si se ve forzado a entregarlo conservará tanto poder y tanta capacidad de hacer daño, que el país será ingobernable, perdiéndose la estabilidad social, con una economía  en picada y el país sometido a una crisis más profunda que la actual, donde no habrá oportunidad para que sus negocios puedan prosperar y crecer, sino que se verán afectados con un Ortega vengativo contra el pueblo de Nicaragua, provocando inestabilidad, rompiendo la paz social de la República. Bajo la lógica de estos empresarios, la estabilidad de sus negocios y el potencial de riqueza que quieren seguir teniendo con Ortega, es más importante que la grave situación de todo el pueblo.

Así pues, están convencidos; asesorados por esos falsos tecnócratas, de que la continuidad de Ortega le conviene al país, ya que lo ven bajo sus propios ojos; es que para la economía lo mejor es que Daniel gane y que la oposición pierda, pero que la oposición pierda convirtiéndose ellos en los únicos opositores para tener una bancada importante de diputados ligados al sector empresarial, que puedan darle soporte al gobierno de Daniel y negociar las leyes económicas que le favorezcan. Es decir, volver a su romance ventajoso de 13 años, pero en una posición en la que ellos ya no solamente tendrán poder económico, sino que también tendrán poder político que obligará a Ortega a verles las caras y juntos continuar sometiendo a este pueblo a la represión, a la pobreza, a coartar sus libertades y limitar sus derechos e incluso el derecho a la vida misma y a una vida mejor.

*Harlen Zapata | Miembro del Consejo Político Nacional de UNITE (Unidad Nicaragüense Territorial) y Miembro de la Coalición Nacional

*Imagen: M. Guillén