LA PAZ NO SE OBTIENE CON DECRETOS.
La paz no se conquista mediante decretos, menos con insultos, calumnias, violaciones, robos, asesinatos, humillaciones, destierros, con discursos trillados que superan cualquier estado de ridiculez e infamia.
la paz se consigue con el respeto a la ciudadanía. En consecuencia, respeto a la constitución y leyes menores sin pretender adueñarse de un país mediante el imperio del terror implantado por un ejército, un cuerpo policial y sicarios paramilitares obedientes por migajas al crimen institucional.
Esa paz por decretos absurdos no es otra cosa que paz de los sepulcros. La patria, Nicaragua, sus hijos, los nicaragüenses, vamos tras la paz verdadera. Ya pronto la conquistaremos sin violencia para que reine, por siempre, para todos y todas en un marco de justicia social y bien común.
La paz verdadera es bienestar para todos y no un disfraz de terror para la mayoría de los nicaragüenses y plata para la minoría cómplices de crímenes de lesa humanidad que desde ya permite que la justicia internacional les persiga por los siglos de los siglos. Pagarán.
El 19 de abril será recordado -siempre- como una fecha que dio inicio al principio del fin de una dictadura considerada la mas oprobiosa de América Latina. La pesadilla más grosera, chambona, vulgar y criminal que haya existido a lo largo de la historia nicaragüense. Ortega, Murillo y resto de asesinos y ladrones se irán sin violencia, además, no volverán jamás. La historia ya los sepultó.
Rosario Peralta Guadamuz.
Algún lugar del mundo.