La Arquidiócesis de Managua a través de un comunicado, criticó el despedido de más de una docena de médicos de los hospitales públicos del país, refiriendo que mientras en el resto del mundo los profesionales de la salud son aplaudidos por su sacrificio, en Nicaragua el régimen Ortega-Murillo los despide por decir la verdad.
“Hacemos nuestro reconocimiento a los médicos y personal sanitario que, se exponen día a día, sin estar debidamente provistos de los necesarios equipos de protección, en su lucha contra esta fatal pandemia, hasta llegar a morir por servir a sus hermanos. En todas partes del mundo son aplaudidos por su sacrificio y entrega, mientras que, en nuestro país, tristemente, por el hecho de informar la verdad y solicitar la protección necesaria, son despedidos y despojados de sus derechos”, reprochó la Iglesia Católica.
En el mensaje, se califica a la pandemia como una “gran tragedia” reflejada en “decenas de ataúdes circulando por nuestras ciudades, los entierros exprés en medio de la noche, las sirenas de ambulancias que a toda hora rompen el silencio, el dolor por no haber podido rendir nuestro homenaje de amor a los seres queridos que se nos han ido sin despedirse”.
La Iglesia Católica hizo un llamado a los diferentes actores de la vida pública a que antepongan sus propios intereses a los de la nación, y “procuren el bien común, que liberados de todo egoísmo, sientan el dolor de toda la gente y les acompañemos”, agregó el documento.
Actualmente la Iglesia Católica de Nicaragua ha adoptado medidas de prevención para evitar la propagación del COVID-19 entre sus fieles, entre ellas está la suspensión de las actividades religiosas, y la celebración de las misas se realizan a puerta cerrada.