Opinión / Ensayos · 06/07/2023

Entre mentiras piadosas y realidades despiadadas

Desde tiempos, casi inmemoriales, vivimos en el vórtice de falsedades, fraudes, señuelos, ardides y toda clase de mentiras, vertidas y ejecutadas por líderes de denominación indiscriminada, las que muchas veces hemos reconocido como necesarias e incluso como positivas, pero las mentiras piadosas son asumidas con cierto candor, como si se tratara de mentiras superiores a la verdad.

El cardenal Brenes parece ser el designado para vendernos una mentira piadosa, la que ciertamente trata, en el caso particular al que nos referiremos, de desviar nuestra atención de lo “más malo”, hacia lo “menos malo”. El reciente conato de liberación del secuestrado monseñor Rolando Álvarez, fracasó por segunda vez, y por las condicionantes impuestas por la dictadura, era de suponerse que monseñor Álvarez no la aceptaría, y es que los conceptos de vida mantenidos con firmeza por monseñor Álvarez, superan el imaginario de la vendepatria y delincuencial pareja que controla por la fuerza al país.

El cardenal mintió, pero fue una mentira piadosa, al asegurar públicamente que monseñor Álvarez seguía en prisión, sin mencionar el fracaso de la gestión vaticana de intentar un acuerdo con la dictadura, y sin reconocer, por tanto, la firmeza moral del costoso secuestrado político.

El cardenal Brenes, ante las detenciones de religiosos y laicos, violentando flagrantemente el debido proceso y las más elementales normas de respeto de los derechos humanos, ha guardado silencio o ha evadido respuestas, y esa constante actitud es la que sorprende, cuando prestamente brinda declaraciones, asegurando que la liberación de monseñor Álvarez son “especulaciones”, desmintiendo así la información del medio de comunicación del Vaticano, ACI Prensa.

Las desafortunadas declaraciones del señor cardenal, acusando a los medios de comunicación independientes de “desinformar”, no abonan para evitar la difusión de fake news; más bien abren las puertas para especular sobre quienes se benefician de su repentino papel de vocero… ¿de quién o quiénes?

Ezequiel Molina

Julio 6, 2023