El excarcelado político nicaragüense Donald Alvarenga de 58 años, fue sorprendido por una grave enfermedad renal al llegar a Estados Unidos, tras ser desterrado de Nicaragua junto a 221 personas más en febrero de este año por orden del régimen de Daniel Ortega.
Ahora, Alvarenga vive solo en una pequeña habitación que alquila en la Pequeña Habana en Miami, Florida, y dice que una máquina de diálisis lo mantiene vivo.
“Estas cajas que ves aquí y esta máquina, son mis riñones, es lo que me mantiene vivo”, dijo Alvarenga al periodista de Noticias 23 Miami, Javier Díaz.
Desde el cuarto de aproximadamente unos 20 pies cuadrados que renta en Miami, Alvarenga muestra las condiciones en que vive en medio de las dificultades económicas que han surgido por su enfermedad.
Al llegar a Estados Unidos supo que sus riñones trabajaban a un 15% y que necesita un trasplante. El nicaragüense pasó su tercera Navidad separado de la familia y espera el tan anhelado trasplante.
Alvarenga pide la ayuda de organizaciones que puedan ayudarle a conseguir un empleo y mejorar la situación crítica en la que se encuentra.
“Yo he aplicado y he ido a varias ferias de trabajo. Lo único que me dicen es: ‘Nosotros lo vamos a llamar’”, añadió.
Alvarenga, quien se desempeñó como ingeniero agrónomo en Nicaragua, había sido condenado a 12 años en prisión por compartir opiniones en mensajes de Facebook y WhatsApp, según la justicia orteguista las publicaciones incitaban al “odio y la violencia”.