El Presidente de Nicaragua, es el responsable de dirigir la política de salud pública y en consecuencia el responsable directo de la prevención e intervención en materia de salud nacional.
La estrategia de Ortega es asegurar un Estado de Calamidad Nacional. Somoza con el terremoto de 1972 logro aplazar las elecciones, desmovilizar a sus opositores y cambiar la Constitución.
Ortega ve en un Estado de Calamidad una oportunidad estratégica que le aseguraría gobernar a él y su familia desde el 2020 hasta el 2033.
Por ello es que no asume una política de salud preventiva frente al coronavirus.
Que la pandemia afecte a unos 300,000 nicaragüense tendrían un amplio impacto estructural.
En lo político se suspenderian las elecciones de Nov 2021, no habrían reformas electorales, se gobernaría bajo estado total de emergencia, la oposición sería liquidada y habría un control férreo de la población.
En lo económico, la gravedad de la crisis sanitaria afectaría la región de Centroamérica y conllevaría a organismos internacionales y gobiernos a reevaluar la relación con Managua.
Nicaragua estaría moviéndose en situación extrema.
Lo que habría que valorar es si este escenario sería posible.
Por otro lado, la respuesta social de la ciudadanía ha sido responder con cautela y prudencia. Las iglesias, las empresas, centros de estudios y la población en general asumen cuidados al ver como ejemplo lo que pasa en Asia, Europa, EEUU y América Latina.
El reto es seguir informando a la ciudadanía, que la gente vea lo que está pasando en otros países y que se cuide.
Edward Salazar Cruz
Teólogo