Nacionales · 05/11/2020

Eta se degrada a depresión tropical y deja al menos 4 muertos en Nicaragua y Honduras

Eta, degradada en la tarde del miércoles a depresión tropical, cruzó la frontera entre Nicaragua y Honduras con vientos máximos de 55 km/h y ya se ha cobrado al menos cuatro vidas en Centroamérica.

Dos mineros nicaragüenses murieron atrapados en un deslizamiento de tierra que se produjo mientras trabajaban en una mina en el municipio de Bonanza.

En Honduras, una niña de 12 años falleció tras un deslave de tierra en la ciudad de San Pedro Sula, confirmó a la agencia AP la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO). El miércoles, un joven de 15 años murió ahogado en un río del municipio de Sulaco, le dijo su alcalde a medios locales.

Eta tocó tierra el martes pasado en el noroeste de Nicaragua como un potente huracán de categoría 4, con vientos sostenidos de hasta 240 km/h.

Su trayectoria ha dejado a su paso daños materiales, deslizamientos de tierra, crecidas de ríos, caídas de árboles y postes eléctricos y miles de personas evacuadas.

Desaparecidos en Panamá

Las fuertes lluvias asociadas a Eta han provocado desborde de ríos y deslaves que han sepultado casas en el occidente de Panamá.

“Hasta ahora confirmadas como desaparecidas arriba de 8 personas”, afirmó el alcalde del Distrito de Tierras Altas, que aseguró que la situación allí “es muy grave”.

Pese a que Eta se debilitó hasta convertirse en depresión tropical, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) advirtió el miércoles que sigue provocando inundaciones que suponen un riesgo para la vida.

Se espera un debilitamiento progresivo durante su paso por Honduras, antes de que el viernes regrese al Caribe y recobre fuerza en su desplazamiento hacia Cuba y el sur de Florida en Estados Unidos.

Sin embargo, varias ciudades del norte hondureño sufren inundaciones desde el lunes y algunas comunidades quedaron incomunicadas después de que varios puentes colapsaran por las corrientes de los ríos.

En la ciudad de Tela, por ejemplo, los bomberos tuvieron que rescatar a varias personas ante el riesgo de que se las llevaran la corriente de las aguas.

Según Unicef, Eta podría afectar a 1.227.000 personas, incluidos casi 500.000 niños y adolescentes.

Miles de evacuados

Eta dejó un panorama de destrucción tras su paso por el norte de Nicaragua, donde se encuentran algunas de las más regiones indígenas más pobres del país y muchas personas viven en casas de madera o construcciones precarias.

Al menos 30.000 ciudadanos de la región caribeña abandonaron sus hogares y se encontraban refugiados en iglesias, escuelas y casas más seguras de familiares.