El excarcelado político Félix Maradiaga, calificó como “desacertada” la posición del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien en esta semana envió a la Organización de Estados Americanos (OEA) un texto alternativo para bajar el tono a una resolución original que denuncia la represión y violaciones a los derechos humanos y al derecho de propiedad en Nicaragua por parte de la dictadura de Daniel Ortega.
“La posición del presidente Lula da Silva de Brasil con relación al proceso preparatorio de la Asamblea de la OEA del próximo 21 al 23 de junio en Washington DC es desacertada. Lamentablemente, no es nueva”, dijo Maradiaga en una declaración.
“Es lamentable el nivel de desinformación mostrado por el presidente Lula en relación con Nicaragua y otras tiranías como Venezuela. Las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua son reales y han sido documentadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, no son una narrativa; son la verdad”, destacó Maradiaga, presidente de Fundación para la Libertad de Nicaragua.
El medio argentino Infobae, reveló ayer jueves que el gobierno de Lula “quita algunas críticas a la dictadura de Daniel Ortega y le agrega condicionales a algunos de los graves hechos que ocurren en el país centroamericano”.
Infobae indica que, uno de los cambios más importantes que propone el gobierno de Lula está en el párrafo anterior al último, cuando en vez de pretender que la OEA pida el “retorno” de la democracia a Nicaragua, propone solicitar “el fortalecimiento” de la democracia en el país.
Brasil también pide quitar las líneas que hablan “la confiscación de bienes y activos y la denegación de pensiones para aquellas personas privadas de la nacionalidad por el gobierno” y agregarle la palabra “supuestas” a las violaciones al derecho de propiedad y seguridad social que hizo la dictadura al quitarle la nacionalidad y deportar a cientos de ex presos políticos.
Para Maradiaga, es “comprensible” que “Brasil ha abogado por mantener abierta una puerta diplomática en caso de que en algún momento el régimen de Daniel Ortega envíe señales de acercamiento diplomático”.
Sin embargo, señala que se requiere “la respuesta más contundente posible de parte de la comunidad internacional”. “Como defensores de los derechos humanos y activistas prodemocracia, es nuestro deber insistir en que la OEA debe aprobar una resolución que apunte en la dirección ya señalada por el Grupo de Expertos de la ONU. De lo contrario, se continuará afianzando la idea de que la OEA y los organismos internacionales le siguen dando la espalda al sufrimiento y a los anhelos de justicia de las víctimas de crímenes de lesa humanidad”, agregó.
“Comprendemos, además, que la postura de Brasil es parte de un debate global en materia de derecho internacional. Es naturalmente un tema diplomáticamente complejo en el marco de las relaciones internacionales y la búsqueda de una resolución pacífica de conflictos, frente a dos visiones diferentes: ¿Deben los organismos multilaterales mantener una postura permanentemente abierta al diálogo, aún frente a los casos más adversos de conflictos?, ¿O, por otro lado, debería acaso reconocer la comunidad internacional de que existen contextos específicos en los cuales las negociaciones diplomáticas han dejado de ser opción y por tanto se deben abrir otras opciones diplomáticas de mayor presión?”, cuestionó.
Maradiaga además criticó que la comunidad internacional ya le haya dado a Daniel Ortega “demasiadas oportunidades a pesar de las exigencias y abogacía de opositores que hemos pedido mayor contundencia”.
“Los demócratas de Nicaragua y del mundo priorizamos el diálogo respetuoso como la forma en que las personas y los estados se entienden en medio de diferencias. Sin embargo, Ortega no es ni democrático ni respetuoso, es un tirano que ha cometido crímenes de lesa humanidad. Por lo tanto, es un error creer que él estaría abierto a un proceso sincero de acercamiento con la comunidad internacional o un proceso de diálogo con la verdadera oposición”, finalizó.