El excarcelado político Félix Maradiaga de Unidad Nacional Autoconvocada (UNA) y Fundación Libertad, hizo este lunes un llamado de “unidad en acción” a las fuerzas opositoras nicaragüenses para luchar contra la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua.
En entrevista con La Mesa Redonda, Maradiaga aseguró que siente un “sentido de urgencia” —por experiencia propia— para con los presos políticos que aún quedan en las cárceles de Nicaragua, y lograr su liberación.
Maradiaga aseguró que no puede disfrutar su libertad, pues “es un día que otra persona le han robado su libertad” en alguna cárcel de Nicaragua.
Además aseveró que son los nicaragüenses quienes deben tomar el control de su destino “y no esperar que la solución venga de la comunidad internacional”.
“El haber pasado por la cárcel y saber lo que están sufriendo los que están en la cárcel, saber lo que está sufriendo monseñor Álvarez, lo que está sufriendo el pueblo de Nicaragua que vive en una gran prisión. Mi sentido de urgencia me obliga a seguir caminando por el mundo, lamentablemente con algunas heridas emocionales que en el camino se tendrán que sanar, secarnos las lágrimas y ver para el frente. No hay tiempo que perder, hay una ventana de oportunidad en este momento en que, la comunidad internacional quiere conocer cuáles son los próximos pasos. Yo he insistido que somos los nicaragüenses los que tenemos que tomar el control de nuestro destino y no esperar que la solución venga de la comunidad internacional”, declaró.
Maradiaga, quien se encuentra actualmente en Ginebra para recibir un premio, dijo que su enfoque fundamental “es conseguir la libertad de Nicaragua”.
Sin embargo, observa problemas en tres puntos concretos: “el primero, hay una polarización global que todos sabemos que el mundo lamentablemente está más polarizado que nunca, no solo entre izquierdas o entre autocracias y regímenes occidentales que quieren rescatar el modelo más abierto más multilateral; es una polarización entre izquierdas y derechas en América Latina, el famoso péndulo que hay, y es la polarización entre republicanos y demócratas en Estados Unidos y como es natural ha permeado a las organizaciones políticas nicaragüenses que a pesar de las adversidades también se han sumado a esa polarización”.
“La segunda, es la ola represiva a lo interno de Nicaragua que prácticamente imposibilita cualquier acción pública de resistencia de nuestro pueblo, de la ciudadanía que continúa resistiendo a pesar de la represión”, agregó.
“Y la tercera, que francamente a mí es la que a nivel personal humano me preocupa más, es la posible pérdida de esperanza de ciertos sectores de la población que no ven un liderazgo claro y que tienden a desencantarse también de los liderazgos”, continuó.
El también ex precandidato presidencial indicó que “cuando se combina la polarización, la represión y la distracción que da la falta de esperanza y a veces los pequeños pleitos entre grupos, esos tres factores combinados retrasan la lucha”.
¿Hay posibilidades para la unidad de los grupos opositores?
Maradiaga reiteró que “la unidad no puede ser una unidad matemática” ni “asunto aritmético”; sino, que “la unidad tiene que ver con unidad de propósito, con unidad de objetivos, comunidades ideas. Ese es el primer tema”, apostilló.
Añadió que “poco sirve estar unidos, si no avanzamos. Yo prefiero que estemos coordinados y que avancemos de cara a los objetivos fundamentales”.
Según el opositor esos objetivos son “el aislamiento de la dictadura”, y “darle a nuestra ciudadanía un sentimiento real de que hay una alternativa de poder democrático a la dictadura”.
Apuesta por una “unidad en la acción” y “coordinación de cara a objetivos claros” y asegura “lo estamos logrando”.
“Si la dictadura quiere que olvidemos, que nos dividamos, tenemos que hacer lo contrario, no olvidar y unirnos en la acción”, instó.
A juicio de Maradiaga, el dictador Ortega “cometió un grave error al echarnos presos juntos porque nos unió más, nos unió más en un sentido humano, en un sentido del dolor y en un sentido de la solidaridad con los demás”.
Además afirmó que se plantea un democracia “para todos” los nicaragüenses que tengan “las manos limpias”, libertad y justicia.
¿Derrocar o derrotar a la dictadura?
Sobre el método o la forma para salir de la dictadura, Félix insiste en que debe ser la “la lucha cívica no violenta”, pues argumenta que “la violencia armada es el lenguaje de los brutos y en ese lenguaje Ortega nos gana”.
“¿Derrotar o derrocar? yo diría derrotar para derrocar, porque tenemos que asegurarnos que ese sistema perverso de Ortega, su camarilla y de toda esta perversidad, crimen organizado en otras palabras… eso efectivamente hay que derrocarlo de una vez y por todas”, manifestó.
Maradiaga expresó que “el primer y único ilegítimo en Nicaragua es Ortega”. “Ortega es el resultado de procesos electorales fraudulentos y hay que trabajar como parte de la estrategia de golpear el régimen, en la ilegitimidad de Ortega, ilegitimidad que llevaría que realmente sea aislado internacionalmente”, reiteró.
¿Qué otorga legitimidad a los líderes actuales?
El excarcelado comentó que solo puede haber un proceso de representación de líderes opuestos a Ortega cuando haya elecciones democráticas en el país. “En Nicaragua no han habido procesos de elecciones y por tanto no podemos decir ‘fulanito o menganito fue electo en voto popular’ porque se nos ha robado por años la posibilidad de elecciones”, dijo.
Incluso que él mismo no pretende representar a todos los nicaragüenses, excepto al grupo opositor del que es miembro y a la Fundación antes mencionada.
“Yo no espero tener representación orgánica dentro de mi fundación de cientos de miles de personas, pero espero que la estrategia que estamos proponiendo que es una estrategia de incidencia mundial contra Ortega, tenga un respaldo legítimo del mayor parte de los nicaragüenses”, apuntó.
“A mí el pueblo de Nicaragua no me debe nada, la cárcel no tiene por qué sumarme ningunos puntos adicionales en mi lucha, yo agradezco a la gente que lo ha dicho, pero la cárcel lamentablemente le da a quienes hemos pasado por esa prueba de fuego, una connotación de mayor esperanza. Pero hay que tener cuidado con idealizar el martirio, nadie debería pasar por eso, ni aún nuestros peores enemigos. Ni le voy a extraer a mi encarcelamiento ninguna medalla o ningún reconocimiento adicional”, añadió en otro punto de la entrevista.
Sin embargo, cree que “hay que darle rostro a la oposición dentro de la comunidad internacional”, pero que no buscan “al Juan Guaidó de Nicaragua”.
“Estamos buscando un equipo de trabajo que haga acciones puntuales y concretas de cara a debilitar a la dictadura, aislarla internacionalmente, globalizar la lucha, ser un contrapoder, una alternativa real al poder Ortega, lo que algunos le han llamado ‘el sujeto político’”, declaró Maradiaga.
Además destacó que los grupos de exiliados deben tener una “estrecha comunicación con los que están dentro de Nicaragua”.
El dirigente opositor recalcó que todos los exiliados regresarán a Nicaragua “con la frente en alto”.