Para el periodista nicaragüense Alberto Alemán Aguirre, analista en temas Asia-Pacífico, el presidente electo de Taiwán, William Lai (Lai Ching-te), buscará construir un mecanismo de diálogo con China, paraproteger a la isla de un conflicto bélico.
Taiwán -donde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil- se ha gobernado de manera autónoma desde 1949, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una “provincia rebelde” para cuya “reunificación” no ha descartado el uso de la fuerza.
“Ahora, por el momento lo que yo veo es que va a haber una continuación del status quo, es decir como están las cosas hasta hoy, China no domina, no controla Taiwán, el territorio de Taiwán nunca ha ejercido su soberanía sobre ese territorio, en la práctica Taiwán es un país que si bien tiene un autogobierno efectivo, pero no está reconocido por la mayoría de los países más importantes del mundo, y Estados Unidos va continuar su política de ambigüedad estratégica, sin apoyar la independencia de Taiwán”, declaró el analista a La Mesa Redonda.
“Si bien el señor Lai proviene del Partido Democrático Progresista que nació como un partido independentista, él ha tenido una gran evolución y se ha movido hacia el centro, ha demostrado que es un político bastante pragmático, y ayer mismo dijo que Taiwán no necesita declarar independencia porque según él es un país soberano independiente”, añadió.
Para periodista nicaragüense la victoria de William Lai por el Partido Democrático Progresista, “es un hito político muy importante en la historia democrática de Taiwán, porque desde el establecimiento de la democracia en 1987, nunca un partido gobernante había ganado un tercer periodo consecutivo y ahora este partido lo está ganando”.
El reto de Lai
Alemán Aguirre destaca que Pekín tiene una “profunda desconfianza” hacia el Partido Democrático Progresista de Taiwán y hacia William Lai “porque lo ven como un independentista”.
“Creo que uno de los más grandes desafíos que va a tener este señor es tratar intentar de restablecer un diálogo, establecer de nuevo un mecanismo de diálogo continuo, político, diplomático, no oficial lógicamente entre Taiwán y China que existió hasta más o menos el 2016”, dijo.
“Él (Lai) tiene el desafío de buscar a tratar de construir un mecanismo de diálogo con China, de rescatarlo o crear uno nuevo que sea más o menos funcional; y segundo también balancear los intereses del electorado”, añadió.
Además de tratar de “recrear un mecanismo de diálogo” entre Taiwán y China, el presidente electo ofrecerá “Olivos de la Paz”, por lo cual queda esperar cuál será la respuesta de China.
Lai, actual vicepresidente de Taiwán, dijo que las recientes elecciones en la isla demostraron a la comunidad internacional que, entre “democracia y autoritarismo”, los taiwaneses optaron por permanecer “al lado de la democracia”.
Tensiones entre China y Taiwán “continuarán”
El experto afirma que las tensiones entre China y Taiwán “van a continuar porque ninguna de las partes altera su posición”, pues la primera pretende “reunificar” a la isla en “una sola China”.
“Vamos a seguir viendo una política fuerte de parte de China hacia Taiwán, de presiones económicas, comerciales, presiones político diplomáticas, siempre aislar a Taiwán, y vamos a continuar viendo también presiones militares que se han agudizado en los últimos tres años”, comentó.
Advierte que en Asia existe una posibilidad de conflicto que puede involucrar a Estados Unidos, a China y otras grandes potencias. Las involucradas Taiwán, Corea y el Mar Meridional.
“Todas las partes están claras de que es muy difícil guardar el equilibrio y sobre todo lo que más se teme es un mal cálculo de las intenciones o las acciones de la otra parte, que si los taiwaneses hacen tal cosa, o si los militares chinos hacen tal cosa, o si Estados Unidos actúa de determinada manera”, expuso.
“La posibilidad de conflicto existe, pero creo que precisamente entre el mejoramiento relativo que ha habido meses reciente en las relaciones entre China y Estados Unidos pretenden renovar y mejorar la comunicación entre los militares de ambas partes para evitar un mal cálculo por alguna cosa o un incidente menor y que no sea lo suficientemente importante y pueda desatar el conflicto”, aseveró.
A juicio el analista un conflicto entre ambas partes tendría “consecuencias terribles para todos”.
“En primer lugar se detendría la producción y la cadena de suministro de chips de computador y de muchos productos tecnológicos esenciales en los cuales Taiwán es parte esencial, China también forma parte de estas cadenas. Las consecuencias económicas para los actores y para todo el mundo pueden ser simplemente catastróficas en lo económico”, alertó.
