Michael Kozak, subsecretario interino de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, tildó de “brutalidad e injusticia” la detención de los presos político en Nicaragua.
El alto funcionario estadounidense volvió a referirse este lunes sobre la situación de las más de 80 personas secuestradas en el país por motivos políticos y reiteró que están en riesgo de contagiarse de COVID-19.
“Hoy en Nicaragua 86 personas continúan presas de forma injusta y arbitraria. Más allá de la brutalidad e injusticia de su detención, la grave amenaza del COVID19 en Nicaragua hace más urgente la necesidad de su liberación incondicional”.
Los familiares de los presos políticos han denunciado que al menos 38 estos sufren los síntomas del COVID-19, sin que reciban atención médica en las cárceles del país.
El pasado 8 de junio, el subsecretario sostuvo que en Nicaragua existe un “vacío de liderazgo” en plena pandemia del COVID-19.
Kozak, refirió que ante este “vacío” los nicaragüenses han tomado sus propias medidas para detener “la mortal propagación” del virus.
“Ante un vacío de liderazgo, los nicaragüenses toman medidas para detener la mortal propagación del COVID19”, comentó.
Estados Unidos ha estado muy pendiente de la situación sanitaria del país, donde el régimen de Daniel Ortega ha minimizado la pandemia y no ha declarado medidas serias para la contención del coronavirus, y en su lugar a convocado a aglomeraciones.
Al respecto, Estados Unidos reconoce los esfuerzos que hacen las asociaciones médicas que han llamado a una cuarentena nacional voluntaria, a los maestros que pese a las represalias han pedido a los padres de familia a dejar a sus hijos en casa, y los comercios que han cerrado sus puertas.