Durante los últimos años, la libertad de expresión y de prensa se encuentran bajo ataque en Centroamérica a causa de los nuevos autoritarismos que se están instalando en la región y, el caso de Nicaragua es el más crítico según el estudio “Libertad de expresión y de prensa bajo acecho”, del Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (CETCAM).
“La libertad de expresión y prensa ha empeorado de 2020 a 2021, siendo las razones principales las leyes 1040, 1042 y 1055, con las cuales el Gobierno ha logrado cerrar todo tipo de organizaciones no gubernamentales, silenciado a periodistas y críticos al régimen, y encarcelado a todos los líderes opositores políticos y del sector civil”, concluyó en su más reciente informe de CETCAM.
El estudio detalla que el ejercicio de la libertad de expresión y de prensa en Nicaragua ha disminuido aceleradamente desde 2007 cuando Daniel Ortega retornó al poder, y se han desplomado a niveles históricamente bajos desde 2018 hasta el presente.
“Esto se ve reflejado en distintos índices como la clasificación de Reporteros sin Fronteras de libertad de prensa, en el que Nicaragua pasó del puesto 47 en 2007 hasta el lugar 160 de 180 países en el mundo en 2021. En lo concerniente a la libertad de expresión, de acuerdo con el índice elaborado por la organización Varieties of Democracy, Nicaragua estaba en 2007 dentro del 67% de los países del mundo con mejor libertad de expresión, mientras que ahora está apenas en el 11%”, informa CETCAM.
Desde el punto de vista del centro existen en el marco jurídico nicaragüense tres leyes que afectan en especial los derechos mencionados: “Ley 1040 “Ley de Regulación de Agentes Extranjeros”; Ley 1042 “Ley Especial de Ciberdelitos”; y Ley1055 “Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz”.
“En el 2020, con la creación de estas leyes se sentaron las bases para perseguir a los opositores, y para silenciar a las voces críticas. Los cierres del diario La Prensa y la Fundación Violeta Barrios de Chamorro son los casos que más resonaron en el país. El primero, ya que cerró el último periódico impreso en la nación, y el segundo, porque su razón de ser era apoyar al periodismo independiente en Nicaragua”, menciona el estudio.
Agresiones a periodistas
El informe describe que desde 2021 se pueden observar tres distintas formas en las cuales han sido agredidos los periodistas independientes o en las que sus derechos han sido vulnerados por parte del Estado.
“La primera, es a través de métodos judiciales, usando una de las tres leyes que han sido presentadas en este Informe. La segunda es a través de las fuerzas policiales, y la tercera, por fuerzas paraestatales. Además de estas tres maneras en las cuales los periodistas se han visto agredidos por el régimen dictatorial, la pareja presidencial se ha ingeniado un nuevo castigo: imponer restricción migratoria y retirar los pasaportes a quienes intenten salir del país”, destaca.
El informe de CETCAM menciona que, a raíz de las intimidaciones por parte de la Fiscalía, y a pesar de las restricciones migratorias que les han impuesto ilegalmente, muchos periodistas se han visto forzados a exiliarse y algunos a regresar al exilio luego de haberlo hecho previamente entre 2018 y 2020.
CETCAM añadió que el “2021 fue un año funesto para los medios y espacios independientes en Nicaragua”, puesto que el régimen Ortega – Murillo continuó su cacería contra las voces críticas, sin importarle las consecuencias que genera a la sociedad civil el cierre de distintas oenegés, muchas de ellas con décadas de operar en el país.
Sin embargo destacó, que a pesar de la fuerte embestida del régimen de Ortega y Murillo contra los medios de comunicación nicaragüenses, muchos han logrado seguir informando y “florecer desde el exilio”.
También se han visto obligados a innovar y operar de un modo ciento por ciento digital, sin contar con ningún tipo de oficinas o redacción física.