Nacionales · 22/12/2020

Maradiaga: “Ortega y la Chayo están llevando a Nicaragua a la inviabilidad como proyecto de nación”

Félix Maradiaga, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) se refirió este martes al cuarteto de leyes represivas que el régimen de Daniel Ortega aprobó a finales de este año para intentar afectar al pueblo nicaragüense que lo repudia.

Sobre las leyes de Agentes Extranjeros, de Ciberdelito, la instauración de cadena perpetua y la recién aprobada ley que inhibe la participación de la oposición en las elecciones de 2021, Maradiaga indicó que el dictador Daniel Ortega y su mujer Rosario Murillo “están llevando a Nicaragua a la inviabilidad como proyecto de nación”.

“Ortega y la Chayo están llevando a Nicaragua a la inviabilidad como proyecto de nación, hay que entender la gravedad del asunto, esta es una dictadura que además de asesina, es incompetente”, declaró el dirigente opositor en entrevista con La Mesa Redonda.

Maradiaga reconoció que este 2020 fue un año difícil, en el que se pudo avanzar más para consolidar una plataforma unitaria alrededor de liderazgos validados por la ciudadanía, lo que considera “inaceptable”.

Pero aclaró que, es inaceptable no solo por el tema electoral, sino “porque es el método de presión más importante frente a la dictadura”. Sin embargo, se expresó optimista porque las conversaciones en la oposición “son más francas” y está seguro que alcanzarán un acuerdo.

En el caso específico de la “Ley de defensa de los Derechos del pueblo a la independencia, la soberanía y autodeterminación para la paz” que inhibe a los opositores a participar en las elecciones de 2021, Maradiaga afirmó que es una muestra que a la dictadura “ya se la acabaron las ideas”, y una muestra de su cobardía, pues “sabe que aun con condiciones bastante limitadas la oposición nicaragüense arrasaría en un escenario electoral”.

Para Maradiaga “la gran trampa” de la dictadura consiste en los métodos de “la desesperanza”, es decir “vender la idea de una falsa normalidad y de que ya no hubo posibilidades de desmontar esta dictadura por la vía cívica”.

En segundo lugar, “es mandar el mensaje de que ya no tiene sentido luchar por las elecciones libres, y en ese segundo punto, si hay un enorme peligro porque desafortunadamente hay una parte de la opinión pública que ha caído en la trampa de pensar que esta lucha política que se limita a lo electoral y no es así”, explicó.

“La enorme mayoría de opositores nicaragüenses nos valen un comino los puestos, nos valen un comino los curules, esto es una lucha por democracia, por libertad, por justicia, para que haya paz con trabajo, para que los jóvenes dejen de migrar, para que haya prensa libre, para que salgan los presos políticos. Y si el dictador manda un mensaje de que va a inhibir a una, a dos, a tres personas, hay un millón de nicaragüenses que está dispuesto a ponerse en la primera línea de batalla cívica”, apuntó.

“El dictador tiene que estar claro que no vamos a cansarnos en ningún momento en luchar por la libertad de Nicaragua, porque además esas leyes injustas, no son ley, no las vamos a obedecer”, continuó.

Además, –dijo—“la comunidad internacional no reconocería ningún circo electoral con candidatos de paja”.

El dirigente opositor subrayó en la necesidad obligatoria de lograr la unidad, de lo contrario “equivaldría a una traición al pueblo nicaragüense”, porque “está juego la vida de la nación nicaragüense”.