Destacados / Nacionales · 27/11/2023

Monseñor Báez tilda de “robo descarado de los dictadores” el recorte de liquidaciones a trabajadores del Estado

El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, calificó este domingo de “robo descarado” la ley que fue aprobada por el régimen orteguista, que reduce la indemnización por antigüedad a los trabajadores del Estado en caso de renuncia.

Es injusto el robo descarado de los dictadores que recortan las liquidaciones, a la que los empleados públicos tienen derecho, solo para obligarlos a seguir trabajando dentro de un Estado corrupto”, soltó en su homilía Báez, a quien el papa Francisco ordenó dejar Nicaragua en 2019 por motivos de seguridad.

Es otro modo de arrebatar el pan y la dignidad a los demás”, agregó el prelado en su mensaje, que desde que llegó a Miami en 2019 cumple su misión pastoral en la parroquia de Santa Agatha, en Sweetwater, el barrio nicaragüense de esa ciudad.

El jueves pasado, los diputados de facto de la Asamblea Nacional aprobaron la denominada “Ley para el cálculo de la indemnización por antigüedad en caso de renuncia de los trabajadores del Estado”, la que establece una nueva tabla de indemnizaciones según la cantidad de años de servicio continuo, y recorta el pago de la liquidación en detrimento de los empleados del sector público que decidan renunciar a sus puestos.

La nueva normativa señala que los trabajadores del Estado que decidan renunciar tendrán derecho a su liquidación a partir de los tres años de servicio continuo, y no a partir del primer año, como era hasta ahora.

Los trabajadores del sector público que tengan de 3 a 10 años de servicio continuo obtendrán el equivalente a un mes de salario si dejan el puesto de manera voluntaria, según la nueva tabla.

Los empleados estatales que renuncien con 10 a 15 años de servicio continuo recibirán dos meses de salario; los de 15 años a 20 años, la indemnización será el equivalente a tres meses de salario; y los que acumulen 20 años o más recibirán el equivalente a cinco meses de salario, de acuerdo a la nueva ley.

En su homilía, Báez también abogó para que visiten “a los encarcelados, como hacen los grupos de pastoral de penitenciaria en nuestras diócesis, pero sobre todo hay que dejar de ver las cárceles como instrumentos de venganza social y concebirlas como espacios de transformación humana y reinserción social”.

Especial mención merecen los presos y presas políticas, existentes en algunos de nuestros países dominados por dictaduras criminales. Privar de la libertad a una persona por expresar sus ideas y manifestar sus opciones políticas, es ofender gravemente la santidad y la bondad de Dios que nos ha creado libres. Es un pecado horrendo”, sentenció el obispo. 

*Con EFE