El abogado y analista político Bonifacio Miranda aseguró este lunes que, a un año de las elecciones presidenciales en Nicaragua, la población no tiene una opción política opositora por la cual votar, lo que significa que la dictadura lleva mucha ventaja.
En entrevista con La Mesa Redonda, el experto señaló que en la actual situación sanitaria, social y económica que vive Nicaragua por la pandemia y la devastación dejada por los huracanes Eta e Iota, la oposición no ha podido ser capaz de dar a los afectados, soluciones concretas a sus problemas.
“No le podemos estar echando la culpa ni a la pandemia ni a los huracanes, sino que, como dice el proverbio ‘la procesión va por dentro’, es decir el principal problema que tiene la oposición en Nicaragua es la incapacidad misma de la oposición para articular un movimiento de masa en contra de la dictadura”, dijo Miranda.
A juicio del analista, el estallido de abril de 2018 no fue aprovechado por la oposición porque no estaba preparada y actualmente es incapaz de unirse.
“Vemos a la oposición pirateándose los territorios, luchando para ver qué grupo es el que logra controlar e imponerse dentro de la futura Coalición Nacional, el resultado ha sido sumamente desastroso”, apuntó.
“Lo que la gente pide es una respuesta concreta a los problemas económicos que está viviendo desde el año 2018, y ahí la oposición, todititos los grupos han demostrado ser incapaces de esa sensibilidad social”, añadió.
Miranda insistió en que la oposición no ha dado respuesta a las necesidades más sentidas de la población; a esto se suma la desconfianza política hacia los grupos empresariales “que no contribuyeron al paro nacional, que no hicieron absolutamente nada, que en ultima instancia procuran cuidar más sus capitales que la democracia o que los problemas de la gente”.
Asimismo, la gente desconfía de los viejos partidos, según Miranda. “La gente no se siente representada por ninguna de las fuerzas actuales, ni que se vuelva a formar una gran Coalición, ese es un problema muy serio”, afirmó.
El analista subraya que una opción política que daría confianza, sería la unión de la Alianza Cívica, la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) y el Movimiento Campesino, quienes no quisieron dar el paso de constituir juntos un nuevo partido político, reprochó.
Según el olfato político de Miranda, la oposición se fragmentaría en varios bloques de cara a las elecciones de noviembre de 2021, uno de estos sería el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) con el Movimiento Campesino.
“El PLC es casi seguro que va solo junto con el Movimiento Campesino. La Coalición prácticamente está muerta. Los gringos le pegaron el tiro de gracia, porque el Departamento de Estado cuando sanciona simbólicamente a (Arnoldo) Alemán que no iba a los Estados Unidos porque ya estaba sancionado, cuando lo lanzan por un tuit, lo que están haciendo es ‘no se metan por ahí porque por ahí no va a haber nada’, entonces la Coalición está prácticamente muerta. Creo yo que, quien trata de revivirla lo más que puede porque puso todos los huevos en la canasta es la Unidad Azul y Blanco”, explicó.
Agregó que “realmente la Coalición va a estallar y el riesgo es que también estalle la Unidad Azul y Blanco precisamente porque se embarcaron en este proyecto”.
Por su lado, está la Alianza Cívica que “no dice qué es lo que va a hacer”.
“Lo que está claro es que la Coalición ya no existe, o no existirá más o no tiene grandes posibilidades de constituirse como una opción política (…) Esto no significa que la otra Coalición que se va a conformar lo logre, porque la ciudadanía no es tonta, ve que están hablando de unidad y nunca se ponen de acuerdo por sus intereses de grupo”, sostuvo Miranda.
“No se ha logrado crear ese polo de atracción para que la gente diga ‘no vacilés hermano, es por ahí que tenemos que votar’, no existe eso todavía y estamos a casi un año”, aseveró.
Por último instó a la oposición a lograr empalmar con las necesidades de la gente y emplazar a la dictadura a lo que debe hacer para reconstruir el país tras el paso de los huracanes Eta e Iota.