La especialista en planificación estratégica y miembro del movimiento ‘Pico Rojo’, Mirna Moncada, lamentó este viernes que la “ansiada” alianza electoral no se diera entre la Alianza Ciudadana y la Coalición Nacional, pese a los esfuerzos que hicieron hasta el último momento las mujeres ‘Pico Rojo’.
“Teníamos la enorme esperanza y de hecho como Picos Rojos nos movilizamos desde temprano en la mañana del día D, estuvimos haciendo un poco de presión en frente de CxL, una presión muy cívica, muy educada, e inmediatamente nos fuimos a la conferencia que tenía CxL en el (hotel) Inter Metrocentro; nos comunicábamos también con la gente de la Coalición que estaba en el (hotel) Holiday Inn, todo con el propósito de hacer un lobby de la ansiada plataforma que desafortunadamente no se logró”, relató Moncada en entrevista con La Mesa Redonda.
Sin embargo, Moncada reconoció que había “señales” para concluir que la unidad no se daría. “De alguna manera era previsible, había demasiadas señales en términos de procesos, en término de declaraciones, de actitudes que se veía que iba hacer muy muy bien difícil, pero creo que éticamente teníamos que cumplirle al pueblo de Nicaragua, sobre todo ser fieles al grito de abril y mantener la esperanza hasta el último momento”.
“EL ESCENARIO B”
“No se pudo, ahora lo que nos toca es un reordenamiento y un redireccionamiento de lo que vamos a hacer, el escenario B. El escenario A era hacer todo lo posible para lograr la unidad, el escenario B es el escenario donde nos estamos preparando para enfrentar el periodo que viene; es decir, seguir luchando por la posibilidad que haya un candidato único para un voto cruzado, o bien –si la coyuntura lo determina— prepararnos para la posibilidad de ir a las elecciones en tres bandas, pero sí y solo sí hay las condiciones”, declaró la especialista. Destacó que la oposición no debe participar ni legitimar un proceso “viciado”.
Aclaró que “ir en tres bandas” no es era lo deseable, pues la unidad era la “forma más efectiva” para enfrentarse al dictador Daniel Ortega. Sin embargo, opina que ahora se debe presionar porque se den las condiciones para ir a las elecciones, y que hay un candidato presidencial de consenso entre los dos bloques.
“Es lamentable que dentro de Nicaragua permanezcamos desunidos (…) No podemos hacer escarnio de lo que ya sucedió, lo que ya sucedió dejó lecciones, esas lecciones se van a analizar y esa es una de las tareas pendientes para diseñar una estrategia efectiva que nos permita la lucha ciudadana, las presiones para lograr que se den las condiciones para ir al proceso electoral y paralelamente trabajar en la posibilidad de lograr un candidato de consenso entre los dos bloques opositores, que sería lo ideal una vez que se agotó la posibilidad de tener la alianza (electoral)”, sostuvo.
La Alianza Ciudadana y la Coalición Nacional, perdieron la oportunidad de enfrentarse a Ortega en una sola fuerza política al vencerse el miércoles el plazo establecido por el Consejo Supremo Electoral (CSE) para la inscripción de alianzas partidarias en las elecciones del 7 de noviembre próximo.
La oportunidad se perdió cuando el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) inscribió su alianza con el Partido Movimiento Unidad Costeña (Pamuc), sin incluir al Partido Restauración Democrática (PRD), miembro de la Coalición Nacional.
Tanto la Unidad Nacional como la Alianza Ciudadana se han lanzado mutuas acusaciones por el fracaso de la unidad opositora.