El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, denunció el martes en su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas la encarcelación de opositores en Nicaragua.
“Reiteramos, tal como lo hizo la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, nuestra profunda preocupación por la situación de derechos humanos en Nicaragua”, dijo.
“Nos preocupa el encarcelamiento de opositores políticos, de periodistas, estudiantes, y hacemos un llamado para que la institucionalidad democrática, el respeto, la promoción de los derechos humanos, la libertad de expresión y de prensa tengan todas las condiciones en este hermano país”, agregó Alvarado.
El mandatario se refirió a la “trágica desigualdad” en el acceso a las vacunas contra la COVID-19, y pidió actuar con solidaridad ante la pandemia y el cambio climático.
“Millones de personas alrededor del mundo, principalmente los más pobres, esperan la vacuna contra la COVID-19. Solo 2 de cada 10 personas en los países pobres o de renta media-baja han recibido una primera dosis de la vacuna, mientras que en países de ingreso alto o medio-alto ese número es de 8 de cada 10. La desigualdad es abismal y trágica”, expresó el mandatario costarricense.
Alvarado señaló que la idea solidaria del mecanismo multilateral COVAX para distribuir vacunas a nivel global “no ha logrado el alcance necesario”, por lo que abogó por que las vacunas sean consideradas como un “bien público global”.
“La promesa de COVAX debe cumplirse y son los países desarrollados quienes pueden hacerla realidad”, expresó el mandatario costarricense, quien hizo una llamada especial al G20 para aplicar un “multilaterismo efectivo”.
Alvarado también solicitó el apoyo de los países a dos iniciativas que Costa Rica impulsa: un depósito para el acceso libre y gratuito de los países a tecnologías, tratamientos y medicamentos, así como un plan de financiamiento global a bajas tasas y a largo plazo para países de bajos ingresos conocida como FACE.
También se refirió al cambio climático y a la vulnerabilidad especial de países insulares y de Centroamérica ante fenómenos cada vez más extremos.
Alvarado aseguró que los desastres naturales están causando cada vez más pobreza, migración y pérdidas económicas, por lo que pidió a los países desarrollados gastar menos en armamento y “más en paz”.