El economista y analista político Francisco Larios, dijo este viernes que mientras exista la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo va a haber presos políticos en Nicaragua, porque esta “no puede sobrevivir sin presos políticos”, y que por eso la solución es “derrocarla”.
“No hay probabilidad alguna de que el clan Ortega-Murillo y sus cómplices dejen el poder voluntariamente. A pesar de que se les ofreció una escalera dorada, un aterrizaje suave y una salida con impunidad, básicamente ellos la rechazan. Ellos entienden mejor que sus oponentes que fuera del poder lo pierden todo, incluso la vida porque todo lo que tienen depende del poder. Al régimen dictatorial fascista de Ortega y Murillo no queda más alternativa que buscar cómo derrocarlo”, declaró Larios en entrevista con La Mesa Redonda.
No obstante, Larios aclaró que no es que se esté “declarando la guerra”, aunque el régimen sí la haya declarado al pueblo de Nicaragua.
“No es que quisiéramos estar involucrados en un conflicto a muerte con la tiranía fascista, es la realidad la que nos impone esa necesidad por todos los medios que sean posibles, que están disponibles al pueblo de Nicaragua que tiene derecho a desalojar del poder a estos usurpadores por todos los medios posibles… El régimen ha declarado ya la guerra al pueblo de Nicaragua y se puede contar eso en los muertos, heridos, encarcelados y exiliados. Nosotros no estamos declarando la guerra”, explicó.
CÓMO LUCHAR CONTRA LA DICTADURA
Larios expuso que para luchar contra la dictadura, el trabajo de las organizaciones pro-democracia como la que él forma parte, en este caso el Congreso de la Unidad de los Nicaragüenses Libres, deber ser “ayudar a las fuerzas políticas del pueblo a que se organicen”, y se encaminen en la “dirección política que conviene”.
“Debe haber un esfuerzo internacional dirigida a continuar la lucha diplomática para que se le asfixie al régimen política y económicamente, para hacer que los gobiernos relevantes –en lugar de hacer pronunciamientos vacíos—actúen, que rompan relaciones, que expulsen a Ortega de la OEA, que le corten todo el financiamiento, que le hagan imposible la tarea de ‘gobernar’”, sostuvo.
“Desde el exterior podemos apoyar logísticamente a quienes dentro del territorio están estructurando la resistencia. Es decir, tenemos que darle apoyo político, propagandístico y financiero para que puedan continuar dentro del territorio organizándose”, continuó.
En el caso de las organizaciones que están dentro de Nicaragua, Larios y su organización proponen ya no dejarse “ilusionar” por una “salida electoral”, sino la organización clandestina.
“Dentro del territorio, el enfoque nosotros proponemos ya no es aquel que corresponde a la ficción e ilusión de una salida electoral que no hay, aquí hace falta la estructuración de organizaciones clandestinas, que se empiecen a formar pequeñas células vayan consolidándose ideológicamente en el sentido de desarrollar una visión, cuál es la democracia que queremos, a la vez que van actuando para políticamente debilitar al régimen”, señaló.
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LIBERACIÓN DE PRESOS POLÍTICOS ES LA PRIORIDAD NÚMERO UNO
El analista aseveró que la prioridad número uno es “la consigna de liberación incondicional de todas las personas presas políticas” en Nicaragua.
Sin embargo, también sostiene que la liberación de los presos políticos “va en contra de la existencia misma de la dictadura”, porque “la dictadura Ortega-Murillo no puede sobrevivir sin presos políticos, hay que tener bien claro eso”, apuntó.
A juicio de Larios, el régimen de Ortega puede “jugar a excarcelar a algunos”, incluso “a todos”, pero “al día siguiente –mientras haya una sola voz en Nicaragua que se levante y denuncie al régimen como ocurrirá inevitablemente porque no somos un pueblo esclavo—va a volver a encarcelar”.
“Mientras exista la dictadura Ortega-Murillo va a haber presos políticos”, lamentó.