A juicio del Dr. Moisés Hassan, ex guerrillero y doctor en física, el acto de conmemoración del 19 de julio que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo realizó ayer en una plaza en Managua “fue deprimente y rozó con la ridiculez”. Asimismo opinó que Ortega es “como aquellas mujeres que se hacen las difíciles”, en referencia a que este dijo que es “imposible” un diálogo con Estados Unidos.
“Puedo resumir en una sola frase lo que fue ese evento de ayer: fue un espectáculo lastimoso. Si acaso uno puede sentir lástima por esa gavilla que se ha apoderado de Nicaragua; fue un espectáculo lastimoso y hasta cierto punto divertido, que expuso al orteguismo, a Ortega, a su soledad, a su desesperación; y causaría mucha risa si no fuera por la remembranza de 43 años de lo que se ha venido deteriorando cada día los derechos del pueblo nicaragüense”, opinó Hassan en entrevista con La Mesa Redonda.
“En cierto modo rozó con la ridiculez, fue también bastante ridículo ver a este pobre señor que quien sabe de dónde lo sacaron, yo en mi vida había oído su nombre y dio su aporte a la ridiculez, a lo divertido y a lo pedestre, eso retrata más el aislamiento y la desesperación de Ortega a más no poder”, añadió.
El exguerrillero se refiere al primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, único jefe de Gobierno que acudió a la fiesta sandinista y que cerró el evento bailando con la vicedictadora Rosario Murillo al compás de la música propagandística.
Hassan destacó que la poca participación de simpatizantes de Ortega que acudieron al evento. “Lo más que había en esa plaza ayer, era 2.000 y pico de personas, quiénes eran esas personas, jóvenes pertenecientes a la Juventud Sandinista, unos obligados por sus padres empleados públicos que también fueron obligados a asistir, eso fue el grueso de la concurrencia a este acto”, anotó.
Añadió que “este deprimente acto para Ortega (y) para nosotros un espectáculo, muestra la verdadera situación que vive Nicaragua”. Asimismo, criticó la “incapacidad” de Ortega para convocar a masas debido al “pánico a un atentado”.
“Este es un hombre (Ortega) que ha demostrado que tiene una paranoia espantosa y un horror espantoso, que toma medidas de seguridad que uno nunca las había visto, ni siquiera en los Presidentes de Estados Unidos ha visto las medidas de seguridad que este fulano toma”, dijo.
También señaló que entre los invitados internacionales “las representaciones fueron de un nivel inadecuado, a tal grado que, la única persona de alto nivel dentro de su lista fue este señor desconocido (Ralph Gonsalves)”.
Para el exguerrillero el discurso de Ortega no fue espontáneo, pues a su juicio el dictador “no estaba ignorante de lo que iba a decir” Gonsalves quien en un discurso previo preguntó por qué no había una actitud de diálogo entre Nicaragua y Estados Unidos.
Y a lo que Ortega respondió que es “imposible”.
“Yo destacaría tres cosas del discurso de Ortega, primero, embistió al imperialismo; segundo, embistió también a España, empezó a hablar de los millones de indígenas que habían sido asesinados; y una tercera, que eso me llamó la atención es que yo nunca había sabido que Ortega fuera admirador de José Santos Zelaya (expresidente liberal de Nicaragua en el periodo 1893-1909), por nada lo pone en el mismo pedestal que a Sandino”, apuntó.
“Y aprovechó lo de Zelaya para tirarle un retazo a la Iglesia Católica, habló de los curas bandidos que habían estado oponiéndose a Zelaya, eso fue para mí lo sorprendente”, continuó Hassan.
Ortega es “como aquellas mujeres que se hacen las difíciles”
Sobre la negativa de Ortega para dialogar con el gobierno de Estados Unidos, el exguerrillero se mofó de que este es “como aquellas mujeres que se hacen las difíciles”.
“En relación al diálogo con Estados Unidos, yo lo vi jugando como aquellas mujeres que se hacen las difíciles, aquellas muchachas que se hacen las difíciles como que ‘se tiene que dar cuenta que no soy fácil’, esa fue la impresión que dio… ‘Estoy listo a caer, pero que no vea que soy una presa fácil’, esa fue la impresión que me dio y que reforzó con una cosa que lo describe a él muy claramente, dijo que ‘dialogar es ponerse la soga al cuello’. Entonces se describió de una manera diáfana así mismo”, expuso Hassan.
“En otras palabras les está diciendo a los que quieren dialogar con Ortega que ‘vengan a dialogar que les voy a poner la soga al cuello’, se retrató así mismo”, insistió.
Sin embargo, Hassan afirma que “Ortega anda desde hace tiempo loco por una salida. Él aprendió una lección buena en 1990, aprendió que no es necesario ganar una elección o ganar la Presidencia para tener poder… Ortega quiere el poder y la impunidad”.